Yo te doy a la vida entera del poema
Apaga, Muerte, esta indecisa llama...
Parque, jardín, vergel, sinónimos dudosos
Su alma fue un mundo de excelsas virtudes humanas...
¡Qué rico sabor de jícara / gritar: “Jícara”!
Llévame por donde quieras, / viento de la luz de junio, / —remolino de lo eterno.
Si no tuviera una cena / con todos esos magnates / de business por Nochebuena / tiraba un yiro en el yate.
En ellos me alegro y me repienso que al árbol recio de la poesía cubana hay que agregarle esta rama o este gajillo o este yeme...
Oh rubia cabellera de los cañaverales...
¿No podrá nuestra mano, / Del tiempo en el Océano, / Fijar la barca móvil / Y anclar alguna vez…?
Y al fin: ¿por qué senderos perdidos me perdí / y vime, entre las ruinas, de lo que nunca fui?
Iba yo por un camino, / cuando con la Muerte di.
Último poema escritor por Aurelia Castillo, tomado directamente de El Fígaro.
En mi boca que tiembla, todo el licor escancia, / Y miraré en tus ojos, no la iracunda lumbre / Sino el amor que fluye en miel...
Toca una sonata, / hija, / antes que la noche acabe, / porque después nadie sabe / qué rumbo la muerte elija.
¡Símbolo el más exacto y peregrino: / que son las piezas hombres que se mueven / donde quiere la mano del destino!
¡Oh Luna! haz que se eleve antes mis ojos, / sólo una vez, la losa que lo encierra, / y haz, que temblando de dolor, lo mire /...
Saludemos en Tula también a la versificadora sapiente que enriqueció nuestra métrica con conquistas inmarcesibles...
No encuentro paz, ni me permiten guerra...
Ya del Betis / Por la orilla / Mi barquilla / Libre va...
¡Vuele la barca! / ¡Dobla la fuerza! / ¡Canta, y esfuerza / Brazos y voz!
...os sentaré a mi costa / frente a una eximia y principal langosta / rociada con champaña.
Vi el corderito blanco, / niño entre los corderos, / con un gran tajo rojo / desangrarse en silencio.
Punto de luz, suspenso / lampo, remota estrella...