A Mariano Brull
¡Qué rico sabor de jícara
gritar: “Jícara”!
¡Jícara blanca,
jícara negra!
Jícara
con agua fresca del pozo,
con agua fresca del cielo
profundo, umbrío y redondo.
Jícara con leche espesa
de trébol fragante —ubre—
con cuatro pétalos tibios.
Pero... no, no, no
no quiero jícara blanca ni negra
Sino su nombre tan sólo,
—sabor de aire y de río—
Jícara.
Y otra vez: “Jícara”.
Tomado de Lunes de Revolución, septiembre 14 de 1959, no.26, p.6. (Número especial. Homenaje a Emilio Ballagas.) Se ha transcrito tal cual aparece en el suplemento.
¿Haz disfrutado este artículo? Pues invítanos a un café.
Tu ayuda nos permite seguir creando páginas como ésta.
Tu ayuda nos permite seguir creando páginas como ésta.