Un desesperado joven trata de revivir a su abuelo moribundo sin percatarse que la solución está, en su cotidiana taza de café.
Si la mano coincide con la esfera / y el corazón con el amor que crece / es porque ya lo que de mí perece / halló compensación...
Por eso te amo tanto y tengo confundido / Tu nombre con el nombre del pueblo en que nací; / Allí fue de mi infancia el tiempo...
¡Sombra de mis amores alzada en mi albedrío /por quien desborda el alma risas francas y mieles, / ven a ceñir mi frente de ros...
Y, si vida más pura reclamo, / Si la muerte consigo burlar; / Si subsisto ultratumba, te amo / De mi ser con el alma inmortal.
En el pecho del Padre halló su nido / La que en el seno al Hijo dio posada / Y allí de querubines alabada / La que, luna de Di...
No soy maga ni sirena, / Ni querub ni pitonisa, / Como en tus versos galanos / Me llamas hoy, bella niña.
A cincuenta años de la primera edición de El diario que a diario se hace de nuevo el recorrido y se escudriñan sus recodos par...
Tú, que cuando la luz en el cielo encendiste / que nos bañara a todos los hombres le dijiste, / Señor: Pasó ya el tiempo de la...
Un poema de Esteban Borrero publicado en El Fígaro.
¿Cómo no amar las palmas misteriosas / que con sabia intención fueron sembradas / en medio de otras plantas olorosas?
¡Cómo nutres de luz a tu criatura / en tanto la devoras! ¡Qué secreta, / qué secreta, Señor, es tu ternura!