El rifle y el machete en noble alianza
rompieron los anillos opresores,
y el triunfo, con sus mágicos fulgores,
puso fin a la bélica matanza...
La paz tornó a los pechos la confianza,
cesaron de la guerra los horrores
y volvieron los rudos labradores
a empuñar sus aperos de labranza.