No consientas, ¡oh Patria!, más cadenas; / con estrépito rotas por tu mano, / enseña las del último tirano / ¡y clava tu estan...
Si la mano coincide con la esfera / y el corazón con el amor que crece / es porque ya lo que de mí perece / halló compensación...
En el pecho del Padre halló su nido / La que en el seno al Hijo dio posada / Y allí de querubines alabada / La que, luna de Di...
¡Cómo nutres de luz a tu criatura / en tanto la devoras! ¡Qué secreta, / qué secreta, Señor, es tu ternura!
Epístola de Dios. La poderosa / mano lanzó la flecha que corría / a un destino de antena temblorosa.
¡Qué penumbra de dalia desterrada! / ¡Qué eclipse de guitarra y romancero! / ¡Qué apagarse de trenzas y toreros / Yerra dolien...
La distancia no existe. Abres una ventana, / albergue de palomas huidizas, y en la nieve, / serenas aparecen por un instante b...
A este ardor que me punza a que despierte...
A Santa María, la clara ciudad, / la rica de oros que bajan del cielo, / elevo esta copla, que va al terciopelo / azul de su c...
No eres de roca tú; los que impasibles / Miran, sin espantarse, tu tormento, / Son los que tienen corazón de piedra.
Mariano, así nació la poesía: / humo de sangre que la vida exhala / y luego se depura todavía / y asume voz al remontar el ala...
Nadie espere que hipócrita o sumisa / a cortejar el deshonor acceda.
Y fluye inagotable de la alcuza / de nuevo a modelar la pierna rota... / A nutrir la sonámbula lechuza.
¡La Bandera en el Morro! ¿No es un sueño? / ¡La Bandera en Palacio! ¿No es delirio? / ¿Cesó del corazón el cruel martirio? / ¿...
Tu nombre es grato al corazón que te ama.
Abre el pecho al silencio de María.
De Yara entre los típicos palmares / Comienza la epopeya del patriota. / La heroica ofrenda de sus labios brota / De patria y...
Y es el proceso de la vida entera seguir, correr, volar... sin que sepamos cual será el fin de la fatal carrera.
Él es de la falange que a la tierra / viene del centro de la luz divina.
Bajo otro cielo, en otra tierra lloro… Esta nieve luciente me importuna… ¡El invierno me mata!... ¡yo te imploro!
Tú a quien el mundo enajenado oía en profundo y sublime arrobamiento, y cuyo excelso y poderoso acento a la asombrada Europ...
Llora, Cuba humillada y macilenta, nota que tanto mal te vaticina, y de ese campo de pavor y ruina fija en tus ojos la visi...
Se alza Agramonte de granito puro, oh llanura materna, tierra mía, ancho cuero de toro, seco y duro:...
Quiero en la tierra que me dio la vida en olvido yacer cuando la muerte me llame con su voz callada y fuerte a su danza de...