Tu aceite crece en perfumadas vetas
de fosfóricos tonos amarillos
que despide a los tardos lazarillos
y declara baldadas las muletas...
Sobre la piel tatuada por las grietas
que la peste oprimiera en sus anillos
con dedos celestiales y sencillos
dibujas astros, rosas y cometas.
El prodigioso bálsamo de olivo
derrama sus virtudes gota a gota
bajo el doliente surtidor votivo.
Y fluye inagotable de la alcuza
de nuevo a modelar la pierna rota...
A nutrir la sonámbula lechuza.
Tomado de Poeticous.