Prados floridos, lago murmurante,
abras profundas, hórrido torrente,
la llanura sin límites, en frente,
negro y brumoso el mar en lo distante.
Tiniebla y luz en sucesión constante,
ya tocando el cenit, ya en la pendiente,
un vértigo de imágenes la mente,
y vuela el tren flamígero adelante.
Así en moción incontrastable vamos;
huyendo del dolor que nos espera,
en busca del placer que no encontramos.
Y es el proceso de la vida entera
seguir, correr, volar... sin que sepamos
cual será el fin de la fatal carrera.
Tomado de poeticous.com