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Estrada Palma

54

Estrada Palma

54

      De Yara entre los típicos palmares
      Comienza la epopeya del patriota.
      La heroica ofrenda de sus labios brota
      De patria y de virtud en los altares.

      Proscripto luego de sus dulces lares,
      El infortunio, que al más recio agota,
      Es piélago para él, en donde flota
      Cual gallardo bajel en crespos mares.

      Hoy del anciano al patriarcal retiro
      Llega la madre de los héroes, Cuba,
      Y “Acepto, dice, de tu amor la ofrenda.

      Como en límpido espejo en ti me miro.
      ¡Que el nombre tuyo con mi nombre suba
      Y en ti mi gloria inmaculada esplenda!”

(1902)

        Tomado de Poeticous.com

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Comentarios
Pável Alberto García
4 años

¿Y esos zapatos Pilar?...los zapaticos de Estrada Palma, que fue lo único que nos quedó de su estatua.

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Responder
Y. J. Hall
4 años

¿Aún queda algo? No recuerdo haberla visto en mi último viaje a La Habana. Sí recuerdo, para mi pesar, haber visto en la Avenida de los Presidentes unos mamotretos de esculturas en medio del paseo que nada tienen que ver con Cuba, que obligan a caminar en zigzag y que bloquean la vista como forzando al transeúnte a honrar la fealdad y el mal gusto. Esculturas de un tal Eloy Alfaro, Omar Torrijos, Benito Juárez y cosas así. No sólo irrelevantes sino horribles.

7
Pável Alberto García
4 años

@Y. J. Hall Seguro decidieron arrancar ya de una vez el "monumento a los zapatos desconocidos" que era en lo que se había convertido. Si mal no recuerdo, vi en una Bohemia de los 70s los restos de la estatua conservados en algún lugar de La Habana. Me parece que junto a los del águila del monumento al Maine.

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Romel Hijarrubia Zell
4 años

@Y. J. Hall Puedo coincidir con su enfoque general sobre los "mamotretos" de la Ave. de los Presidentes, una de los más grandes escándalos de la Cuba de "generales y doctores". No coincido que incluya entre los irrelevantes a "un tal Eloy Alfaro... Benito Juárez y cosas así". No son ni fueron irrelevantes para A. Latina y sus ciudadanos. Especialmente, el indígena Benito Juárez García es "El Benemérito de las América". Fue una de las tantas tonterías históricas no rectificadas. Estrada Palma fue un hombre honesto y me alegra que sólo queden sus zapatos, porque no fue un ladrón, uno de los pocos que salió del local presidencial por la puerta trasera, se montó en un tranvía y desapareció en la Historia. De otras facetas podemos discrepar o estar de acuerdo. R.

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Y. J. Hall
4 años

@Romel: Son irrelevantes para Cuba, y a la inmensísima mayoría de los cubanos no nos interesa saber de ellos. No tienen prácticamente nada que ver con nuestro país y definitivamente no merecen ocupar un espacio público tan importante habiendo tantos cubanos ilustres que merecen esa preponderancia. Yo propongo que derriben todos esos mamotretos y pongan, en un ladito sutil, una escultura bien hecha de Dulce María Loynaz.

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María Antonia Borroto
4 años

@Y. J. Hall Me parece que el quid del asunto podría estar no tanto en la relevancia de las personalidades homenajeadas en los monumentos de marras, como en la manera en que se ha decidido, en unos o en otros casos, la erección de los mismos y el carácter simbólico que cada época ha visto en ellos. Tal vez lo que nos moleste tanto de los nuevos monumentos de G es que, efectivamente, no están dedicados a cubanos, ni forman parte de nuestro imaginario. Un buen día despertamos y, como el famoso dinosaurio de Monterroso, estaban allí... Tengamos en cuenta que muchos monumentos elaborados durante la República contaron, incluso, con el sufragio popular: la gente se implicó, pues los vio como cosa suya. Es que eso debe ser cualquier monumento público, algo vivo, querido, cercano: no pueden parecer meteoritos llegados de otra galaxia. Y yo también voto, con ambas manos, por un monumento, allí, en El Vedado, su Vedado, a nuestra Dulce María.

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Y. J. Hall
4 años

@María Antonia: El quid del asunto está en que son esculturas horribles. Ése es el problema fundamental. A eso súmale que son esculturas de gente que los cubanos ni conocemos ni nos interesa conocer. Yo no tengo idea de quién es Eloy Alfaro y a estas alturas apenas le eché una ojeada a su página en Wikipedia para enterarme de que era ecuatoriano; y de los otros sé bastante poco. Curiosamente, sé que a Benito Mussolini le pusieron así por Benito Juarez. ¿Qué hacen ellos en una de las calles más importantes de La Habana? ¿Dónde están las estatuas de Enrique José Varona, de Carlos J. Finlay, de José Raúl Capablanca, de Dulce María Loynaz, de Ernesto Lecuona, de Jorge Mañach y de un largo etc?

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María Antonia Borroto
4 años

@Y. J. Hall Hay un libro magnífico de Marial Iglesias Utset (Las metáforas del cambio en la vida cotidiana, Cuba 1898-1902) que describe el simbolismo con que se revistió cada decisión en el espacio público —díganse nombres de calles, plazas...— en esos años en los que Cuba estaba aún en algo así como en un limbo. La inestabilidad era tal que, cuenta Marial, una vez retirada la estatua a Isabel II que durante cincuenta años había presidido el Paseo del Prado, El Fígaro mostró el pedestal vacío y, encima, un gran signo de interrogación. A una nueva realidad corresponderían símbolos nuevos. El propio rotativo inició una encuesta para decidir a quién honrar en ese emplazamiento. El 28 de mayo de 1899 se publicaron los resultados: era Martí, aunque con escaso margen, la personalidad elegida. Con solo cuatro votos de diferencia le seguía el deseo de una Estatua de la Libertad (no se precisa si una alegoría o una réplica de la celebérrima de New York) y, en tercer lugar, una de Cristóbal Colón. Me imagino que, si revisamos la historia de cada uno de los nuevos monumentos que poco a poco fueron sustituyendo los anteriores (el de la Plaza de Armas, por ejemplo), notaremos la profunda implicación, tanto de intelectuales como de la gente "de a pie", en esas decisiones. Los de Estrada Palma, por ejemplo, contaron con el apoyo popular, y la inauguración de ambos (el habanero del que sólo quedan los zapatos y el santiaguero del que ni eso quedó) fueron momentos, al parecer, de genuina alegría.

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Y. J. Hall
4 años

@María Antonia: También fue un error quitar la estatua de Isabel II. ¡Ese afán de destruir que se ha propagado hasta hoy! Si la estatua embellecía el lugar, pues había que dejarla. La historia no se borra a mandarriazos.

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María Antonia Borroto
4 años

@Y. J. Hall Es cierto, la Historia no se borra a mandarriazos, pero los símbolos de aquello que se ha decidido olvidar o borrar, sí. Para los cubanos de entonces, empeñados en deshacer la colonia, era casi un asunto de vida o muerte eliminar sus símbolos. Para serte sincera: no veo mucha diferencia respecto a los amantes despechados que eliminan las fotos de un amor que aún duele. Las pasiones de los pueblos suelen ser igualmente intensas... Hubo mucha violencia: revisando por arribita el libro de Marial me topo con que hasta una estatua de Colón fue o se pretendió eliminar en el pueblo homónimo. Eso es recurrente, no hace mucho hubo tremendo debate a raíz de la destrucción o profanación de monumentos asociados al pasado colonial de algunas naciones. Imaginemos por un momento lo que fueron esos años entre 1899 y 1902, la gestación de aquello tan grande y tan largamente soñado: la República. No puedo dejar de recordar a Eliseo Diego y "El sitio en que tan bien se está", de "En la calzada de Jesús del Monte"... Tendrá que ver como mi padre lo decía: la República. En el tranvía amarillo: la República, era, lleno el pecho, como decir la suave, amplia, sagrada mujer que le dio hijos. En el café morado: la República, luego de cierta pausa, como quien pone su bastón de granadillo, su alma, su ofrendada justicia, sobre la mesa fría. Como si fuese una materia, el alma, la camisa, las dos manos, una parte cualquiera de su vida. Yo, que no sé decirlo: la República.

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Javier Vázquez
3 años

@María Antonia Borroto Gracias por recordar ese bello poema de Eliseo Diego. Muy apropiado.

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Fernando Ibarra
3 años

@Y. J. Hall Tienes toda la razón, desde una perspectiva actual no tendría sentido remover la estatua de Isabel II, que por cierto se conserva en el Museo de Cárdenas. Ahora bien, si nos remontamos a 1899, recién liberados de España, con la reconcentración de Valeriano Weyler muy fresca en la memoria popular, me parece fue una decisión comedida, respetuosa y democrática, remover la citada estatua y sustituirla por la de nuestro Apóstol José Martí, Es más, la transición de colonia a Republica Democrática, fue de manera general, un cambio sin violencia, sin rencores y sin venganzas a nivel gubernamental, cientos de miles de españoles, incluyendo soldados, prefirieron quedarse en una Cuba libre a regresar a su propia patria, también se respetaron las propiedades y los negocios de la gran mayoría de españoles en la isla, por lo que muy pronto comenzaron a llegar grandes oleadas de nuevos inmigrantes, sobre todo a partir de 1910, por los problemas de las guerras en Europa, y África, y por las oportunidades de riqueza que representaba Cuba en aquellos tiempos.

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María Antonia Borroto
3 años

@Fernando Ibarra ¡Interesantísima perspectiva! Incluso (estoy pensando en voz alta, bueno es un decir, usted me entiende, ¿verdad?) se ha afirmado el fracaso de la prédica martiana e ideales martianos, sin embargo esa transición que, como usted bien dice, fue pacífica, es tal vez resultado de la proyección martiana, sinónimo del triunfo, aunque incompleto, de los ideales de Martí. ¿Podría ser? Y que las cosas hayan sido así desmiente la imagen de los cubanos como criaturas violentas, irracionales... No necesariamente tenemos que ser así, ¿verdad?

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Fernando Ibarra
3 años

@María Antonia Borroto, En esa transición participaron grandes pensadores e intelectuales cubanos, miembros del Partido Revolucionario Cubano, muy cercanos a José Martí, aunque hay que destacar el civismo y respeto del ejercito de ocupación de los EEUU, ellos se encargaron del orden publico, de los hospitales de posguerra, de los veteranos de guerra, de los españoles heridos, también trabajaron en numerosas obras publicas a nivel nacional, higienización de las ciudades, y control de las epidemias. Soy de que pienso en la reconciliación, y en dar las gracias a todos esos hombres que nos ayudaron a ser libres. Por otro lado, junto al ejercito de ocupación, se crearon gobernaciones provinciales, dirigidas y administradas por cubanos. Hay muchas figuras a destacar en este periodo: el General Máximo Gómez y Báez, hombre recto y respetado, el General Calixto García, quien trabajo arduamente en la elaboración del proyecto para una Cuba democrática, y Don Tomas Estrada Palma, hombre cercano a José Martí, un civilista, con basta cultura y experiencia vivida en los EEUU, Estrada Palma nunca hubiese sido Presidente, sin el apoyo de Gómez y de otros importantes patriotas de la época. Su presidencia tuvo luces y sombras, pero recibió un país arruinado, endeudado y lo entrego con las arcas limpias, también es el único presidente en la historia de no tomar dinero del Estado, eso habla muy bien de su figura.

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María Antonia Borroto
2 años

@Fernando Ibarra En apenas unos días publicaremos tres cartas abiertas de Salvador Cisneros Betancourt a Máximo Gómez escritas en 1901 y referidas a esa transición y al nacimiento de la República.

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María Antonia Borroto
4 años

@Y. J. Hall Y otro día nos podemos asomar a los debates intensísimos a raíz de algunos monumentos. Imagínate que Mañach llamó pisapapel al monumento a Martí ubicado en el Parque Central. Luego, frente a la evidencia de la "raspadura" (el apelativo es viejo), terminó reconciliándose con aquel humilde Martí.

4
Y. J. Hall
4 años

Ya leí la página de Eloy Alfaro en Wikipedia. Fue un presidente de Ecuador que asesinaron unas turbas. Lo más interesante que vi es que tuvo nueve hijos y a dos de ellos les puso Bolívar. Todo lo demás (que no es mucho) ya lo olvidé.

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María Antonia Borroto
4 años

@Y. J. Hall No voy a hacer la defensa de Alfaro ni mucho menos, pero lo que sí está claro es que la ubicación de su estatua fue una decisión política que pretendió representar alianzas ya concertadas. Como político fue, en su momento, denominar Lenin un parque de diversiones en La Habana, o cambiarle el nombre de Blanquita (por Karl Marx) a un teatro. En Camagüey, la calle San Ramón fue rebautizada como Enrique José Varona a inicios del siglo XX, y en algún momento la calle Estrada Palma comenzó a ser Ignacio Agramonte. Pero la gente, al menos en Camagüey, ha hecho (hemos hecho, pues me incluyo) lo que le (nos) ha dado la gana: a algunas las llamamos con sus primeros nombres, en otras ha prevalecido el más nuevo... A unos espacios los jóvenes los llaman de una forma, y los viejos de otra... Son los usos que les damos los seres humanos lo que realmente importa. Esas estatuas que tanto te disgustan no existen, creo, para los habaneros. Me da la impresión de que, para ellos, es como si no estuvieran allí, no forman parte de sus vidas: eso no se logra con un decreto, aun cuando pueda estar inspirado en muy nobles intenciones. Un día, en una efemérides, se hace un acto, se ponen unas flores... Y punto.

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María Antonia Borroto
4 años

@Y. J. Hall La manera de nombrar o de renombrar los espacios es muy curiosa. Acabo de recordar que Esmeralda, mi pueblo, fue denominado, muy efímeramente, como Gerardo Machado. Por suerte prevaleció Esmeralda, sustantivo tan sonoro y tan lindo, y que tanto honor le hace en mis recuerdos. Supongo que esa decisión de llamarle Gerardo Machado debe haber sido ocurrencia de algún digno representante de una especie tropical, abundante como la verdolaga: "el guataca".

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María Antonia Borroto
4 años

Incluimos el año de escritura del poema porque es un dato significativo, como lo son los otros poemas de Aurelia insertados en un memorable número de El Fígaro. Las ediciones de ese rotativo correspondientes a 1901 y muy en particular las de 1902 permiten apreciar el regocijo popular por el nacimiento de la República. A muchos de esos textos, pues afortundamente varios camagüeyanos estaban en la órbita de El Fígaro, nos iremos asomando poco a poco.

7
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María Antonia Borroto
4 años

Y en Santiago de Cuba, en la intersección de Trocha Sur (24 de febrero) y Estrada Palma (Santo Tomás) también estuvo emplazada una estatua de Estrada Palma hasta 1959. Gracias a un texto de Ignacio Fernández Díaz (https://bit.ly/3qVFLER) descubro que fue Antonio Bravo Correoso quien lideró el proyecto. "En tres grandes cuerpos la concibió el artista (Ugo Luisi). La base desarrollaba un zócalo octogonal, decorado, que estaba antecedido por dos gradas de planta y una sucesión de pilares enlazados por cadenas de bronce, con igual forma geométrica". Otros datos de interés: "El monumento, con una altura total de cuatro metros y cincuenta centímetros, era rematado por la escultura de Estrada Palma. Aparecía sentado en el sillón presidencial, en actitud severa. En la figuración humana se evidenciaba un fino trabajo en la compostura de los rasgos fisonómicos y la vestimenta. También el mueble revelaba un trabajo exhaustivo en los detalles sobre el mármol blanco de Carrara. "Para colocar la estatua se construyó un parque contiguo. Escultura y arquitectura se fusionaron armónicamente para componer un espacio urbano de Santiago de Cuba".

6
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Abdel Martínez Castro
4 años

He leído el interesante debate sobre las estatuas de G, los cambios de nombre, los intentos de borrar a mandarriazos lo viejo para erigir lo nuevo. Creo que en todas estas intervenciones urbanas hay, a veces, genuinas ganas de cambio, auténtica renovación "endógena"; a veces oportunismo, alardes de poder, manipulación, o desconocimiento empoderado. Habrá que estudiar cada caso, le toca a los historiadores encontrar qué hubo detrás de cada intervención urbana con (o sin) estatua o monumento. Pero juicio estético tenemos todos, algunos más refinado y otros menos, incluso los que, como yo, no soy muy ducho en la historia. Por eso me atrevo a compartir el caso del Parque de La Caridad de Sancti Spíritus. Todo el pueblo espirituano lo conoce así, porque en él está la Iglesia de la Caridad, segundo templo erigido a la Patrona de Cuba, después del santuario del Cobre por todos conocido. Por no ser historiador, no puedo aportar fechas, pero en algún momento, en un discreto ángulo del parque, se erigió un busto de Maceo, que yo sepa el único monumento al titán de bronce que se haya erigido en Sancti Spíritus. En algún otro momento (asumo que posterior al anterior) se renombró el parque como Parque Maceo. No conozco a nadie que lo llame así. A veces en los medios lo mencionan e inmediatamente acotan que se trata del Parque de la Caridad, para que se entienda. Y caigo en el punto a donde quiero llegar: más recientemente se acometió una restauración de ese parque (tengo entendido que con algunas nominaciones y reconocimientos como intervención en el patrimonio urbano) en la que se reposicionó el busto colocándolo a 45 grados mirando a la Calle Independencia, la más transitada de las que desembocan en ese parque. Se colocó sobre una horrible mole de pésimas proporciones, sobre la cual la cabeza del titán parece una cabeza de mosquito. Ese adefesio se interpone, no permite la vista limpia de la fachada de la Iglesia de la Caridad desde ese importante ángulo, afeando el entorno y ofendiendo a la vez al propio Maceo, al patrimonio espirituano, a la virgen y no sé yo a cuántas cosas más. ¿Quién decide una intervención así, con la punta del dedo? Ojalá un historiador escriba sobre esto y encuentre los móviles para semejante barbaridad y se lo explique a las generaciones futuras, las que espero salven el busto para recolocarlo y destruyan la mole de mal gusto que le da soporte... a mandarriazos, sí, a mandarriazos.

6
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Y. J. Hall
4 años

¡Qué se alce la mandarria para destruir lo feo!

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María Antonia Borroto
4 años

@Y. J. Hall ¡Seguro!

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María Antonia Borroto
4 años

@Abdel Martínez Castro Me has hecho reír... Y, al mismo tiempo me queda cierto sabor amargo... ¡Qué barbaridad! Es terrible que en Sancti Spíritus, una de las primeras villas y con un centro histórico tan lindo, pase algo así. Y mi protesta, como la tuya, no es sinónimo de un pensamiento extremadamente conservador ni cosa por el estilo, las ciudades históricas también deben ir incorporando lo nuevo —todo no puede ser conservado tal cual—, pero de ahí a hacer eso que describes... Un verdadero horror.

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María Antonia Borroto
4 años

@Abdel Martínez Castro Y en Camagüey también pasan cosas muy raras... Llevamos años queriendo emplazar una estatua de Guillén, ya existen los bocetos y hasta un prototipo (obra todo de Martha Jiménez) y no ha podido hacerse nada. Claro, ahora la situación económica y la pandemia lo tienen todo en stand by, pero la COVID apenas lleva un año entre nosotros: imposible culparla por lo que no se hizo antes. El polémico monumento a Tula demoró en ser colocado... A mí, en lo personal, me parece tan discutible, tan inapropiado... No que se le haga una estatua a Tula, entiéndase, sino el resultado. Hay, sin embargo, un caso paradigmático (en el buen sentido): el conjunto escultórico de El Carmen. Tal parece que desde siempre esas esculturas forman parte de ese entorno.

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Abdel Martínez Castro
4 años

@María Antonia Borroto Esto me recuerda una polemica que ha llegado a mi de oídas, por lo que no puedo dar detalles e incluso lo que digo puede ser inexacto. Igual lo comparto. Durante años se quiere hacer una estatua ecuestre de Serafín Sánchez en el parque que lleva su nombre. Existen numerosos proyectos, algunos incluso aprobados por Codemas. Pero el proyecto no fluye. Algunos de los argumentos: que en ese parque hay un busto de Martí y Serafín no puede sobresalir por sobre el apóstol. Que las proporciones del espacio de la plaza no permiten un emplazamiento así. Que ya hay otros monumentos dedicados al prócer espirituano (como el macrocéfalo de la plaza de la Revolución, que poco honor le hace). Lo interesante es que hay un concurso para un monumento en honor a Honorato del Castillo para el parque que lleva su nombre (un parque mucho más pequeño)... Hace falta un historiador (o un documentalista) que registre lo que hay detrás de la estatua frustrada de Serafín Sánchez, qué duelo de egos o qué sé yo. Hasta el día de hoy hay en el parque Serafín Sánchez (el más importante de la ciudad) un Busto bastante feo del héroe (el más reconocido espirituano que combatió en las tres guerras de independencia).

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María Antonia Borroto
4 años

@Abdel Martínez Castro Las historias de la Plaza Cívica, actual Plaza de la Revolución, son también muy curiosas. Recuerdo textos de Mañach al respecto. Y tienes mucha razón: a veces detrás de esas decisiones esconden guerras de egos. Lo triste es que, muchas veces, el monumento no es tanto al homenajeado en sí como a quien lo ideó o lo aupó. Triste, muy triste.

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María Antonia Borroto
2 años

La estatua de Guillén ya fue colocada (se inauguró el 10 de julio de 2022, coincidiendo con el aniversario 120 del natalicio del poeta) y de ello hay constancai en El Camagüey, pues su imagen acompaña el poema "A Camagüey suelo ir", de Guillén.

María Antonia Borroto
4 años

@Abdel Martínez Castro Y aquí mismo, en El Camagüey, hicimos referencia a esa cerquita inmunda (no hay otro apelativo) que se interpone entre las personas y la gruta del Casino (https://bit.ly/3b2ZDQT).

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Abdel Martínez Castro
4 años

@María Antonia Borroto Ay, las cerquitas!! Son plaga por acá. Quién se beneficia de tanta cerca de aluminio, otra tarea para los historiadores.

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María Antonia Borroto
4 años

Por esos laberintos de la memoria recordé a Cabrera Infante y su evocación de G en "La Habana para un infante difunto": "Viviendo en El Vedado, por azar o por designio de dioses irónicos, nos habíamos mudado justamente en la cima de la loma (otra colina habanera) en que culmina la avenida de los Presidentes, junto al monumento que domina los jardines centrales, a cuya augusta altura habíamos ascendido un día para recordar el gibareño Gildo Castro y yo, escalando el pórtico pretencioso, académico, híbrido: clásico en su arcada pero rococó en los detalles. Mi primo Gildo, de visita del pueblo a comprar soldaduras para su taller, recorrió conmigo los barrios de La Habana y nada le pareció tan inaccesible como este sepulcro blanqueado a la memoria de todos los presidentes muertos. Mi primo Gildo, que era un mago mecánico, había traído consigo una cámara de cine que él mismo había construido y encuadró tomas que nunca vi reveladas. Mi primo Gildo Castro, como todo inventor un ingenuo, dijo del monumento fijado en film: "Es de mármol macizo", aunque añadió al darse vuelta para admirar la avenida que bajaba hasta el mar, a sus adornos arbóreos: "Todo esto está hecho por el hombre, caray" —que era el más alto cumplido que podía hacer a la vista, habiendo heredado de Pepe Castro, su padre naturista y mi mejor influencia infantil, el genio para la mecánica y su admiración mayor por la obra del hombre que por la de la naturaleza".

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Jardy Palomino Cárdenas
4 años

TOMÁS ESTRADA PALMA: EL BONAPARTE CUBANO (2) Hace poco leí un artículo que criticaba la ñoñería de la prensa y una parte del arte que se ha hecho en Cuba después de 1959. Coincidiendo en una buena parte de la critica, no pude sustraerme al deleite que me causó una afirmación del autor: “ La función del poder es actualizar los mitos sobre los que se funda una comunidad política”, sin dudas una afirmación postmoderna que intentó, en vano, crear una nueva narrativa socio-política e imponer un nuevo aparato categorial desde el campo artístico y literario, para borrar de un brochazo las verdades del materialismo histórico, ese que tozudamente nos siguen mostrando las entretelas de las noticias y de la historia. Pero ese no es el tema de mi nota, al menos, no directamente, aunque algo tiene que ver con eso de los mitos fundacionales. Claro que existen mitos fundacionales, pero actualizarlos no es ni la esencia, ni la naturaleza, ni el sentido del poder en las sociedades clasistas. En el caso cubano, pocos mitos fundacionales más repetidos nos legaron la oligarquía, las fuerzas conservadoras y el propio imperio, que el de las enormes, acrisoladas, inimitables y excepcionales virtudes del primer presidente republicano, y entre ellas, la primera entre las primeras, que “no robó”. Se trata de un credo difuso, que se repite una y otra vez, sin que se aporten más pruebas ni argumentos que el saneamiento de las finanzas de la República durante su mandato, con más ingresos que egresos. Por lograr lo mismo en República Dominicana, Juan Bosch fue derrocado el 25 de septiembre de 1963, por un golpe de estado. Acusado de “comunista”, de nada le valió haber logrado un superávit en el presupuesto estatal, en apenas siete meses. Los creyentes del mito del probo Estrada Palma defienden su fe alegando que solía usar los tranvías para sus desplazamientos; que vestía con modestia, y que su esposa, Genoveva, Veva, Guardiola, se sentaba en la terraza de Palacio a zurcir sus calcetines, todo lo cual proyecta un aire amish o cuáquero, muy alejado de las pompas del poder colonialista y de las costumbres ostentosas de la poderosa sacarocracia criolla anterior al 1868, que mucho habían calado en el imaginario de los cubanos de la época. Al morir en Santiago de Cuba, el 4 de noviembre de 1908, Estrada Palma no dejó testamento, pero la prensa se ocupó de airear el valor de las propiedades que dejaba. Un recorte de un periódico de la época, que no hemos podido identificar, pero que está depositado en la colección Estrada Palma de la Cuban Heritage Collection, de la Universidad de Miami, nos permite conocer lo siguiente: 1) Se afirmaba que “sus propiedades procedían de sus antepasados, excepto una que adquirió ( no se indica la fecha) después de su matrimonio, cuando aún no había probabilidades de ser Presidente de la República”. Los únicos períodos donde esto pudo ser posible son los comprendidos entre 1878 y 1895 o entre 1899 y 1901. El primero es improbable, ya que alguien que no quiso regresar a Cuba tras el Zanjón, no iba a adquirir propiedades en la tierra a donde no quería volver. De haber adquirido esa finca en el segundo período, concluida la guerra del 95, ya se sabía que estaría entre los candidatos a la Presidencia. 2) Las propiedades que dejó el probo Estrada Palma al morir fueron cuatro fincas ( “La Punta” , “La Sierra”, “El Difunto” y “La Guasimilla”), el valor sumado de las cuales ascendía a $61,666.66, además del ganado distribuido entre ellas valorado en $4,200 pesos. A esto debemos sumar dos casas en Bayamo, valoradas en $500 pesos, en total, solo en propiedades, sus bienes ascendían a $ 66,366.66 pesos, y hacían de él un hombre acomodado, en un país arrasado por la guerra y con una población en la miseria. Nada mal para alguien que en 1868, según anota el 27 de febrero de 1874, día de su caída, Carlos Manuel de Céspedes en su “Diario perdido, “… antes de la revolución estaba cargado de deudas”. Nada mal después de que tres guerra asolaran el país y hundiesen fortunas mucho más sólidas como la de Francisco Vicente Aguilera. 3) Es difícil entender, cómo Tomás Estrada Palma pudo conservar “las propiedades que procedían de sus antepasados”, tras incorporase a la manigua, aún de la forma que ya hemos consignado. Mediante Circular del 20 de abril de 1869, el capitán general Domingo Dulce, establecía la confiscación de bienes a los infidentes, y lo hacía en los siguientes términos: “Todos los individuos a quienes pueda probarse haber tomado parte en la insurrección, dentro o fuera de la isla, bien con las armas en la mano, bien auxiliándola con armas, municiones, dinero y artículos de subsistencia, se declaran comprendidos en la Circular de 15 del corriente relativa al embargo de los bienes de don José Morales Lemus, y otros” Es de suponer, dada la voracidad de las autoridades españolas y el integrismo rapaz, que buscaban lucro en medio de la guerra a costa de las propiedades de sus enemigos, que los bienes de Estrada Palma fueron confiscados y dilapidado su valor, como era lo habitual, aún cuando teóricamente, pudieron ser devueltos a sus familiares, de haber quedado alguno en Cuba que los reclamase, a tenor con un bando de Martínez Campos, publicado en la Gazeta del 4 de abril de 1878, y que establecía el mecanismo para la devolución de lo que quedase. 4) El 3 de septiembre de 1908, o sea, dos meses antes de morir, Estrada Palma comisionó a su amigo y ex secretario de la Presidencia, José Alfredo Belt, para presentar al interventor militar norteamericano, Mr. Charles Magoon, una reclamación para que le fuese devuelta la finca “La Sierra”, “…de 3,000 hectáreas de tierras mercedadas en 1614”, a sus ancestros, los Duque de Estrada. Esa finca, tasada en $ 50,000 pesos, es la que figura en el recorte de prensa con el artículo sobre sus bienes, publicado tras su muerte, lo que significa que le fue reconocida la propiedad. Es asombrosa la celeridad con que actuó el interventor militar norteamericano para reconocer el derecho que supuestamente asistía al expresidente: en apenas dos meses se resolvió un problema que, en otros casos, hubiese tardado años, y por obligación, concluir con una decisión que tendría que ser avalada por una corte. ¿Mito fundacional ese del Presidente austero hasta el martirio? Sin dudas. Pero hay más... (Tomado de la página de Facebook del Dr Eliades Acosta) ¿Por qué renuncia Bartolomé Masó a su candidatura y nuestra República nace con elecciones de un sólo candidato? ¿ Por qué alguien tan puro y popular se ve obligado a convocar a una segunda intervención militar Yanki? ¿ Por qué el presidente que le sucede es representante del Partido Liberal?

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María Antonia Borroto
4 años

@Jardy Palomino Cárdenas Interesantísimo. Gracias por compartirlo aquí. Y muy buenas las preguntas que haces al final... Buen acicate para seguir investigando.

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Fernando Ibarra
3 años

@María Antonia Borroto, Debajo le dejaré un enlace, con una brevísima biografía de Don Tomas Estrada Palma, en el que podrá encontrar otras biografías también interesantes, así como diversos apuntes bibliográficos que le pueden servir de interés, si deseara profundizar en el tema: shorturl.at/fpsE2

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María Antonia Borroto
3 años

@Fernando Ibarra ¡Muchísimas gracias!

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Jardy Palomino Cárdenas
4 años

En lo personal no veo el sentido de animar un mito al solo contemplar zapatos, pero así se suelen comportar las turbas enaltecidas. Esas que están en moda invocar y azunzan a diario por las redes.

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Romel Hijarrubia Zell
4 años

La esencia, lo fundamental de los cuestionamientos NO son los "mamotretos", sino que olímpicamente admitimos que NO conocemos la Historia de Cuba, de los que lucharon por su independencia sin esperar algo a cambio. No tienen importancia ni significado para las actuales generaciones porque han sido omitidos de los planes de estudio desde la primaria hasta el nivel superior de educación. Publiqué una rectificación hace poco de atribuir "La más fermosa" dedicada por Enrique Hernández Miyares a Manuel Sanguily Garrite por tremenda pieza oratoria contra el Tratado de Reciprocidad Comercial con los EE.UU. a Don Quijote y no hubo siquiera un comentario, uno al menos, sobre lo dicho. Es la historia, nuestra historia, nuestras raíces la que hemos perdido. Los mamotretos pasarán y, me temo, que con ellos también la memoria de los que lucharon desde 1,851 por la independencia de Cuba. Eso es lo que me duele. No saben nada de Guiteras y su obra, ni de la Revolución del 33, que no se "fue a bolina" como afirmará Raúl Roa, sino que fue la impulsora del cese de la intervención de los EE.UU. en Cuba, de las leyes de Seg. Social que gozamos antes que muchos países, de la jornada de 8 horas, de la Constituyente y de la Constitución de 1,940 tan avanzada que hoy se pudiera utilizar sin modificaciones trascendentes. Otros, en otro momento, se encargarán, estoy seguro, de restaurar la memoria de nuestros grandes hombres. R.

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María Antonia Borroto
4 años

@Romel H. Zell Muy de acuerdo. Es increíble como se ha sustituido el verdadero conocimiento histórico por un grupo de etiquetas con las que fenómenos y personas se ubican cualquiera diría que en anaqueles, fácilmente identificables, sin conflictividad alguna. Una etiqueta muy perniciosa, que a pesar de su chovinismo y tufillo turístico tiene tremendo arraigo, es la de "Bayamo, cuna de la nacionalidad cubana"... Es risible pensar la nacionalidad en esos términos. Y a mí, en lo personal, me molesta mucho la tesis de los cien años de lucha (1868-1968), y le agradezco profundamente, como camagüeyana, la mención de 1851. Creo que ni muchos graduados de historia, salvo tal vez los de la Universidad de Camagüey (y tal vez no todos) conocen en detalle esos sucesos. Precisamente en este minuto preparo un texto de Elda Cento sobre tales asuntos. Volviendo al 68, recuerdo que en los planes de estudio del preuniversitario no recibí Historia de Cuba, sino Historia de la Revolución Cubana, y el curso iniciaba por los sucesos del 68, a lo sumo con algunas aclaraciones de las circunstancias previas. Se organizaba (lo recuerdo muy bien) en una suerte de progresión que a partir del "análisis" del concepto de situación revolucionaria de Lenin iba ubicando cada "etapa": cada una comparativamente superior a la anterior. Se perdían y emborronaban tantos detalles, tantos rostros, tantos matices. Vista así, como algo ascendente, con un sentido teleológico, no había mucho espacio para el debate ni para nada de veras interesante. Solo en la Universidad pude asomarme a algo ya más cercano a la Historia de Cuba. Recuerdo las clases, fabulosas, de Olga Portuondo, por ejemplo. Sin embargo, ahí choqué con otros asunto: el fondo de tiempo de la asignatura: un solo curso, en un semestre, colonia y República, en el otro, la Revolución en el Poder, y tal vez la década del 50. O sea, cuatro siglos en un semestre, y cincuenta años en el otro... Una división muy rara, ¿verdad?

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María Antonia Borroto
4 años

Y en estos días se levanta en La Habana un polémico monumento. Bueno, escribo monumento con mucho temor... ¿Puede ser llamada así la mole de 12 metros de altura colocada en tiempo récord frente a la Embajada de los Estados Unidos? No existe, al parecer, ninguna referencia en los medios oficiales cubanos a este emplazamiento, que muchos interpretan como un desafío a Washington. La polémica se centra en los valores estéticos del adefesio (para mí lo es) y en el certísimo hecho de cómo, en medio de la actual crisis económica y con un marcado déficit en el fondo habitacional (reconocido por las autoridades), se invierten recursos en algo como esto. Además, ¿se han seguido las propias normativas cubanas relacionadas con el emplazamiento de monumentos públicos? ¿Codema participó de esta decisión? Al parecer es una Empresa de Construcción y Mantenimiento la encargada de los trabajos, según se informa en este despacho de la Deutsche Welle: https://bit.ly/31L8txf Gracias a las redes sociales, a lo fácil que le es a cualquier hijo de vecino tomar una foto y publicarla después, y a la propia prensa extranjera, aquí, en Camagüey (y en el mundo entero), ya estamos discutiendo el asunto. Y esto, amigos míos, habla, como casi todo, de la pertinencia, actualidad y sentido común del periodismo cubano y de su meridiano entendimiento de los actuales escenarios de la comunicación social, pero, bueno, eso es harina de otro costal. Mientras los llamados medios públicos cubanos callan, la gente ya bautizó el engendro, cualqiera diría que salido de la nada: banderón, guillotina (pues eso parece desde cierto ángulo)...

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Y. J. Hall
4 años

Ya huelo el orine en las franjas. Algún día lo derrumbaremos.

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Ada García
4 años

Estoy impresionada con tan magnifica polémica. He disfrutado las opiniones y he aprendido muchísimo de ellas

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María Antonia Borroto
4 años

@Ada Zoe Gracias por el pedacito que me toca😊 Un abrazo.

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Fernando Ibarra
3 años

Hermoso poema, desconocido, como tantas cosas bellas que se escribieron en Cuba hace tanto tiempo. Gracias por publicar. Por otro lado, me ha dado gracia, que de un poema tan corto, haya salido este prolongado e interesante debate.

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María Antonia Borroto
3 años

@Fernando Ibarra Le confieso que a mí también. Algo más o menos parecido sucedió cuando publicamos "Los veteranos" de Fina García Marruz.

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María Antonia Borroto
3 años

Y cuando creo haberlo visto todo, la noticia de un nuevo monumento en Cumanayagua me deja boquiabierta. ¿Qué diría Freud? https://bit.ly/3F4XtvT

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Fernando Ibarra
3 años

@María Antonia Borroto, Freud podría decir: "Si dos individuos están siempre de acuerdo en todo, puedo asegurar que uno de los dos piensa por ambos". En nuestro país ha ocurrido así por más de 60 años, había una sola persona que ''pensaba'' por todos los demás, esto en vez de procurar desarrollo y bienestar, solo logró: polarización y decadencia. El adefesio, digo, la escultura, ya la había visto en las redes y no tenía la menor idea de lo que se trataba, tampoco me interesé porque me parecía algo de la era soviética y no lo pude asociar con Cuba. Ahora leo que es un monumento o un esperpento dedicado al fallecido líder, que visitó La Parra (poblado de Las Villas, hoy Cienfuegos) en 1969, para trazar los programas de "desarrollo" de la región, al parecer a alguien se le ocurrió la brillante idea de colocar esta horrible mano en ese lugar. Y así van las cosas, en caída libre, como no se pueden hacer actos multitudinarios (no hay dinero, ni entusiasmo), tampoco la situación está como para grandes fiestas. La nueva modalidad es celebrar el aniversario de la "Revolución", develando monumentos que evocan la visita de Fidel a cierto lugar, en cierto momento,. Mi pregunta es: ¿Cuál será el próximo capítulo de esta telenovela?

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Javier Vázquez
3 años

Excelente debate. Espero que los profesores de Historia y de Cultura Cubana (sobre todo de Estudios Cubanos, en el ISA) estén aprovechando las publiciones de El Camagüey con fines docentes. Tienen a la mano una plataforma excelente para promover la discusión en el aula.

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Ernesto Aguero García
1 año

De acuerdo con eso, Cuba en sus momentos iniciales como República fue presidida por un par de zapatos. Con respecto a Estrada Palma, algunos méritos debió tener cuando una mente superior como la de Martí, no sólo lo dejó en su lugar al partir para Cuba, sino que antes de eso, cuando buscaba reposo espiritual iba a su escuela en el “Sun Valley” (escribo de memoria, pero si mal no recuerdo es el nombre del lugar) y encontraba la paz necesaria para continuar. Pienso que, como todo ser humano, tenemos derecho a juzgar pero debemos medirnos mucho al sancionar lo acontecido mucho antes de nuestros días, por aquello de “tirar la primera piedra”.

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María Antonia Borroto
1 año

Iniciamos el 2023 con otra noticia insólita: una escultura de Tekashi 6ix9ine en Bayamo. Ver para creer. 🥴

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Elida Olga Diaz Fleites
1 año

No puedo discernir dónde aprendo y disfruto más: con las obras y artículos de El Camagüey o en los comentarios y debates que derivan los mismos. Con el derivado del poema a Estrada Palma he aprendido más sobre el tema que en todas las clases recibidas en mis estudios.

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María Antonia Borroto
1 año

@Elida Olga Diaz Fleites : Gracias.

Lázaro Aguilera García
1 año

¿Hay algún listado dónde se diga qué tipos de esculturas se pueden tener en el espacio público, qué características debe tener la escultura, o el personaje que en ella se muestra? Por ejemplo, si alguien quiere hacer una escultura de Benny Moré, bien. Su música le gustó en su tiempo a mucha gente y aún sigue gustando a una parte de la población. Pero... ¿qué pasa si alguien quiere poner una de Jorge Yunior del de los 4, o Isaac Delgado, o Chocolate? - ¿Quién decide quién tiene derecho a poner una escultura? (sin contar que el gobierno se asigna el derecho divino a poner cuanta escultura quiera donde quiera). - ¿Quién decide qué persona puede ser representada en una? - ¿La persona representada tiene que haber dejado este mundo? - ¿Existe algún ranking de valores morales o de conducta para permitir la escultura de alguien? - ¿Quién decide que es determinado estrato social el que puede colocar esculturas a sus personajes favoritos, y entonces otros no lo tienen? - ¿Cómo se resuelve el asunto de elegir cuando quitar y cuándo permitir una escultura?

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Julio César Pascual Palma
8 meses

Soy sobrino-bisnieto segundo de Estrada Palma, realmente es increíble que por una ideología política hayan querido erradicar parte de nuestra historia, destruyendo los monumentos de uno de los presidentes más honestos de Cuba.

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