A Santa María, la clara ciudad,
la rica de oros que bajan del cielo,
elevo esta copla, que va al terciopelo
azul de su cielo y su claridad.
Y Santa María, la sola ciudad,
tocada de torres que van por el suelo,
enderezo el ala de mi desconsuelo
cantando loores a tu soledad.
¡Oh Santa María! La Reina del cielo
se va por las nubes, risueña beldad,
vestida de blanco, velada en un velo,
y tú, por la tierra paseas de duelo
metida en el manto de tu majestad,
¡Oh Santa María, la Reina del suelo!
Santa María del Puerto del Príncipe, Mayo 27 de 1934
Tomado de Francisco Agüero y Estrada (El Solitario): Biografía de Joaquín de Agüero. Anotada y publicada por Emilia Bernal. La Habana, Molina y Cía, 1935.