No consientas, ¡oh Patria!, más cadenas;
con estrépito rotas por tu mano,
enseña las del último tirano
¡y clava tu estandarte en las almenas!
No sufrirás de sierva las faenas
mientras cruce tus montes un cubano,
mientras haya corceles en el llano,
mientras circule sangre en nuestras venas.
Jamás el criollo corazón midiera
a enemiga pujanza. Fue al combate
a morir o triunfar por tu bandera.
Su fe no amengua, su valor no abate;
Patria, ¡que por tu bien aun hay quien muera!
¡Que por tu libertad aun hay quien mate!
Tomado de Nuestra patria. Lectura para niños por el coronel Dr. Matías Duque. La Habana, Imprenta Montalvo, 1925, p.318.