El genuino prócer que fue Juan Gualberto Gómez no pertenece tanto a las luchas de la República, a las campañas electorales, co...
Luis Pichardo Loret de Mola, escribiendo lejos de la gran ciudad que es La Habana, más cerca de la substancia de la patria y d...
La ciudad es grande; sus calles son torcidas, parece que juegan en zigzag para engañar al transeúnte; en cada piedra parece qu...
Camagüey, señores, tiene su pasado... que ya está pasado, hablando con franqueza. Nosotros constituimos ahora un pueblo que pu...
Para los que amamos sinceramente las cosas del Camagüey antiguo han de tener fresco y profundo encanto los giros, expresiones...
En la noche del 22 de enero de 1918, Amalia quiso escuchar música.
Cada vez que se produce una perturbación en nuestro clima político, Varona es el oráculo a quien acuden los románticos impenit...
No sé nada de lo que pueda traernos entre sus pliegues el mañana. Hemos hecho los cubanos lo humanamente posible por embrollar...
Escritores de Camagüey, saben de sobra que la dignidad de su profesión y su verdadera utilidad social depende de la unidad col...
Yo, que creo en los Reyes, aunque parezca mentira y que me siento tan niño como el que más, estoy tomando mis medidas.
¡Los hombres son buenos, pero hay que iluminarlos con luz del cielo...!
A partir de hoy no podrá decirse con propiedad que se va “a comprar” a La Gran Señora, sino que se va “a que le regalen”.