¿Qué es la humana existencia?
No envidiemos la vida prolongada...
Qué escriba! ¿Para qué? Si la poesía / no puede aprisionarse en los renglones / ni con frases jamás se lograría / del sueño tr...
Compróse un hombre en el estanco un puro...
¿Cómo te llamas, noche de esta noche?
...no quiero ya laureles: al poeta / le basta su corona de tristeza.
Hoy adorna nuestra revista el retrato de la bella e inteligente hija del general Enrique Loynaz del Castillo. Sólo cuenta 16 a...
Soneto publicado por Dulce María Loynaz en la Revista de la Asociación Femenina de Camagüey en 1921.
Los que luego serían conocidos como los “Diez sonetos a Cristo” fueron publicados en 1921 en la Revista de la Asociación Femen...
Yo quería ironizar con las cosas que sucedían alrededor del Cordón de La Habana...
Bien que el dolor tú disipes / bajo dos sorbos de ron, / pero que en ellos, oh negro! / no se embriague tu ambición...
El beso, el blando roce del plumón de un ave.
De “Presencia negra”, poemario editado en Camagüey en 1949.
¡Miradla, a España, rota!
¿Y si acaso esta tarde / —Mientras la melodía secreta del invierno / Transcurre como el río de los siglos, / Y el crujir de tu...
Ayer nos mudamos a esta casa gigante, mi familia y yo. No me ha quedado tiempo de ver cómo se llama este sitio apartado, que n...
¡Esclavo! ¡Esclavo! Cuando duerma todo / el mar, la tierra, el cielo, el bosque, el llano, / iré a la puerta de tu cárcel neg...
Sombras que sólo yo veo, / me escoltan mis dos abuelos.
La policía / (paso de alfombra / y ojo de gato) / mira en la sombra.
Alza gozosa, América, tu frente...
Estos viejos papeles que te envío, / esta tinta pretérita, Eliseo, / ¿no moverán tu cólera o tu hastío?
...trémulo entre las garras de la muerte.
¿por qué no se bautiza alguna estrella / con su nombre verdad, bello y glorioso?
Dórmiti, mi nengre...