Qué escriba! ¿Para qué? Si la poesía
no puede aprisionarse en los renglones
ni con frases jamás se lograría
del sueño transcribir las concepciones.
No existe en el lenguaje la armonía
de esa endecha sublime de emociones
que nunca la palabra expresaría
y riman al vibrar los corazones.
Yo soy asceta: del linaje humano
huyo y me alejo porque soy cobarde;
tomo ejemplo de un bardo mejicano
y ociosa dejo nerviosa mano:
para escribir quizá fuera temprano:
para soñar mañana será tarde.
Tomado de la Revista de la Asociación Femenina de Camagüey. Año I, Núm.1, Camagüey, enero de 1921, p.6.
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