Para mi amiga Margot
El presente, vacío, cuán triste
Dulce amiga, miramos los dos;
Del pasado cuán poco subsiste;
Que cambiado, si alguno quedó!
Con envidia miramos los ojos
Juveniles do brilla el placer;
Ya quedaron detrás los despojos
Del que, amigo, nos viera crecer.
Si del rápido tiempo la huída
Juventud y placeres borró,
Aún subsiste mi amor, y se anida
Recatado en mi fiel corazón:
En aquel corazón que amar supo
Desde el día en que supo latir,
Donde al par del dolor siempre cupo
El candor de la edad infantil:
Donde nada penetra, y en calma
Acendrados afectos guardó:
Do te ama por siempre mi alma
Y al olvido resiste mejor:
Y, si vida más pura reclamo,
Si la muerte consigo burlar;
Si subsisto ultratumba, te amo
De mi ser con el alma inmortal.
Mayo 1894
Tomado de El Fígaro. La Habana, Año 10, Num.15, 6 de mayo de 1894, p.3.