
De un libro viejo
Una pasa las páginas de este libro sonriendo al principio, porque es tan ingenuo, y está tan pasado de moda; después da tristeza. ¿Qué se ha hecho de todo eso? Algo se ha conseguido, pero muy poco; en lo fundamental, estamos aún donde estábamos...

De una tarde en Camagüey
Yo quiero que todas las niñas buenas, grandes y chicas, queden bien con Mamá…

Un libro de hoy
Era inevitable que el texto cubano de alta cocina fuera escrito por una camagüeyana. La hija de Enrique José Varona salió, como todas ellas, aficionada a la cocina; pero, educada por un padre filósofo, no podía la suya ser una afición como la de otra...

En el día de las madres
Hospital de San Juan Dios, así se hacen las cosas: ¡haciéndolas!

Ícaro
Y perdido en la noche, arriba un abismo y abajo otro, el Hombre mira una esfera, y observa el movimiento de una aguja, y suma y resta y va seguro a su destino. Siente una, allí en el cerebro del pájaro de acero, que es su dueña y no su carga.
Sobre el autor
Adriana Loredo fue el seudónimo elegido por Rosa Hilda Zell (La Habana 1910-1970) para firmar su sección “El menú de la semana” en la revista Bohemia entre 1946 y 1960. Además de excelente periodista, Rosa Hilda fue una reconocida narradora, poetisa y traductora. En 1943 obtuvo mención honorífica en el concurso anual Hernández Catá y cuentos suyos fueron incluidos en las antologías Cuentos cubanos contemporáneos, de José Antonio Portuondo (1946) y Antología del cuento en Cuba, de Salvador Bueno (1953). En 1960 publicó el volumen Cunda y otros poemas. Juan Ramón Jiménez eligió varios poemas suyos para la colección La poesía cubana en 1936.