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    ¡Un hombre de hierro...!
    De hierro las carnes del pecho invencibles.
    De hierro los bíceps y tríceps del brazo que erecta triunfante ademán.

    Las manos de hierro, y el vientre,
    y los muslos columnas potentes de hierro, y las piernas,
    cual zócalos bravos sostenes de aquel formidable titán.
    Con el pie clavado en la tierra, apretando en los dedos de garra,
    las raíces del árbol que arranca del bíblico Adán.

   
   
    De hierro los ojos.
    De hierro los dientes.
    De hierro el cerebro, los pulmones, y el corazón,
    los riñones, el bazo y el sexo.
    Por fuera y por dentro un hombre completo de hierro.
    ¡La fuerza!
    La fuerza más grande que el tiempo a la vida ha lanzado
    es su encarnación. 

   
   
    Sus ojos fulguran extraños temblores de hierro, si mira.
    Hinchando las alas expira el herrumbre, por la ancha nariz.
    Limaduras brillantes de hierro de fragua salpica su lengua si habla.
    Palabras de aristas de hierro martillan sus dientes, si ama.
    Ideas de hierro engendrara, por hijos, en toda matriz.

    ¡Hierro! Hierro! ¡Hierro! es su himno de guerra.
    ¡Hierro! ¡Hierro! ¡Hierro! es su himno de paz.
    Su locura barrena la tierra hambrienta del hierro.
    Le obsede horadar.
    El diámetro del mundo abriera su diente de pica
    por sacar a la antípoda tierra el férreo reír de su faz.

    ¡Gran hombre de hierro, yo os extiendo la mano cordial!
    ¡Yo os extiendo la mano valiente, grandioso animal!

     ........................................................................................................

    ¡Alumbra la tierra con hierro...
    ...Esa civilización pasará...
    El tiempo es más fuerte que todo, y tu empuje.
    Y un día, con todo tu hierro, una pirámide alzará,
    un puente de encaje de forja, que corte el azur,
    la base, cubriendo nuestra América, el vértice, buído, enganchando un pitón de la luna,
    el hombre del Sur...


Tomado de Emilia Bernal: Poesías inéditas. Recitadas por su autora la noche del 1ro de diciembre de 1922 en la velada que en su honor celebró la Unión Benéfica Española. Nueva York, Unión Benéfica Española, 1922. (Biblioteca de la Universidad de California)

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