¿Cómo no amar las palmas misteriosas / que con sabia intención fueron sembradas / en medio de otras plantas olorosas?
¡Cómo nutres de luz a tu criatura / en tanto la devoras! ¡Qué secreta, / qué secreta, Señor, es tu ternura!
De libertad, sublime y glorïoso, / El pendón recibid, camagüeyanos; / Con entusiasmo desplegadlo ufanos, / Que ha llegado el m...
Ilesa isla intacta / bozal del mar nómada, / cabezal de nardos / ahogados en luz.
No le basta a la nube el firmamento, / ni basta al árbol de la flor la gala, / ni al ave errante la ilusión del ala, / ni al h...
Odio cordialmente la literatura que consiste en escribir sin objeto ideológico o imperativo estético.
No existe lazo ya; todo está roto: / plúgole al cielo así, ¡bendito sea!, / amargo cáliz con placer agoto; / mi alma reposa al...
La exploración de la inocencia original del hombre, de la que venimos y hacia la que vamos, con el obstáculo meramente tempora...
A Camagüey suelo ir / por revivir / mis claros días de infancia. / Aspiro allá en su fragancia / rosas que no volverán.
Yo no voy a decirte que soy un hombre puro. / Entre otras cosas / falta saber si es que lo puro existe.
Epístola de Dios. La poderosa / mano lanzó la flecha que corría / a un destino de antena temblorosa.
Sapito y Sapón son dos muchachitos de buen corazón.