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Sobre los deberes ciudadanos de los masones

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Sobre los deberes ciudadanos de los masones

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La Masonería como una cariñosa madre velando por la tranquilidad de sus hijos os llama la atención y os aconseja en los momentos difíciles de vuestra existencia.

Nuestra psiquis, de extrema debilidad está sujeta a las pasiones, pasiones que se exaltan y nos conducen a realizar actos que de momento nos parecen de valentía y de civismo, y que pasado algún tiempo nos avergüenzan y nos llenan de perpetua tristeza y remordimientos. Nuestro espíritu está tanto más sujeto a estas debilidades cuanto más la empuja hacia ellos el ambiente.

Y, precisamente, el ambiente es, queridos hermanos, lo que más influye sobre nosotros, es la fuerza que más enérgicamente nos empuja por la vida y limita nuestra propia voluntad.

¡Cuánto hubiéramos dado en ocasiones porque un poco de escepticismo, un poco de frialdad de temperamento, un poco de dominio sobre nosotros mismos, nos hubieran apartado de determinada situación a la cual nos vimos empujados por el medio ambiente!

Un discurso vibrante, los artículos periodísticos de aquellos días todos contando las resoluciones enérgicas, un tanto de vanidad disculpable, el deseo de convertirnos en héroe político, en uno de aquellos ejemplos que en los discursos y en los artículos nos presentaban: un poco de influencia de conversaciones de los amigos correligionarios, nos empujaron, nos arrollaron por la pendiente de la violencia. Y nuestras frases resultarán injuriosas para amigos o hermanos que habían cometido el delito de pensar de distinto modo a cómo pensábamos nosotros, o nuestros actos resultaron violentos e impropios de una persona de mediana cultura.

Y luego, pasada la efervescencia del momento, a solas con nuestra conciencia nos hemos arrepentido de nosotros mismos y hubiéramos deseado castigar esa fuerza irresistible que en circunstancias anormales nos obligó a hacer lo que en momentos de calma y reflexión nos parece vergonzoso.

¿Cuánto hubiéramos dado en ese instante porque alguien, cariñosamente, nos hubiera colocado en la realidad de la vida y nos hubiera advertido que estábamos haciendo de lacayos de otros hombres iguales a nosotros, que nos tomaban de fáciles instrumentos, que medraban en el campo político, gracias a nuestros actos de mayor o menor violencia y que luego se habrían de reír de aquellos que con tanta facilidad pusimos los hombros para que ellos subieran?

La imagen de Ignacio Agramonte preside uno de los salones de la Logia Camagüey.

Si queréis daros cuenta de lo ridículos que resultan actos violentos por motivos políticos, cuando no se discute el triunfo de las ideas, sino el de las personas, vedlo a distancia. Pensad en una familia, que vivieron grandes apuros porque el jefe de ella, el que debía velar por su tranquilidad y bienestar, perdió el buen nombre social hace diez o más años con motivo de una fusta política, de un mitin, de una asamblea o de una votación. ¿No es verdad que ese individuo nos mueve a compasión, a lástima, y que censuramos la debilidad con que se dejó arrebatar por las circunstancias, tanto más cuanto tenemos la convicción de que la marcha general del país no varió en un ápice por el rasgo lastimoso de aquel obcecado?

Pues bien, querido hermano: la Masonería que vela por el bien de cada uno de sus componentes, está en la obligación que cumple gustosa, de advertir uno por uno, a todos los miembros que la integran, que se inicia un período político y que así como resulta incapaz de ostentar el nombre del ciudadano aquel que no sabe merecerlo y abandona sus derechos y obligaciones como tal, así como no merece el aprecio de nadie el hombre que teniendo a su alcance un modo de dejar sentir su influencia personal en el platillo de sus ideas y de laborar por los medios a su alcance, por el engrandecimiento de su patria, sí resulta despreciable el hombre que trata de ejercitar esos derechos y deberes de hombre libre con obcecación y arrebato.

Querido hermano: estáis obligado a ser un buen masón. Depositad vuestro voto en la próxima contienda electoral a favor de los hombres que juzgáis más dignos de llevar nuestra patria por la senda del progreso; pero huid de contribuir, ni siquiera con vuestra presencia, a la realización de aquellos actos, más que políticos bochornosos e innobles, que desdicen del buen nombre de una ciudad, de una época y de un país.

A fin de que en todo momento contéis con la energía necesaria para vencer el ambiente pasional y más fuerza tengáis a favor de vuestra serenidad y buen juicio, llevad en el bolsillo estas advertencias mientras dure la campaña política, ponedlos en la cartera o en cualquier otro lugar donde frecuente involuntariamente vuestras manos se pongan en contacto con este papel y tenemos la seguridad de que la Logia “Camagüey”, lejos de tener que lamentar la debilidad de haberos admitido entre los suyos, se enorgullecerá de presentaros ante la sociedad entera como modelo de ciudadano.

El mallete de Salvador Cisneros Betancourt es celosamente guardado en la Logia Camagüey.

¡Qué orgullo y qué legítima satisfacción para nosotros si pasado el período de actividad política que se inicia, podemos exclamar a voz en grito: “Ni uno solo de los miembros activos de la Logia «Camagüey» ha dejado de cumplir con sus deberes para con la patria, pero ni uno solo ha dado el más leve motivo de censura, ni uno solo ha dejado de conducirse como si las miradas del país estuvieran fijas en él”. ¿Verdad, querido hermano, que no habéis de ser vos el que impidáis que esto suceda?

Así lo espera la Logia “Camagüey” y por eso en su sesión del 18 de agosto último tomó el acuerdo de dirigiros personalmente esta circular rogándoos que la conservéis siempre con vosotros hasta el día dos del próximo Noviembre.

El día tres de ese mes, tenemos precisamente que reunirnos. Que no se dé el caso de que ese día faltéis a nuestra sesión como si temiéramos no estar libres de toda mancha que os impidiera presentaros ante los hermanos dignos que cumplieron con los hermosos deberes de la ciudadanía; como si temierais que se pudiese leer en vuestra frente el relato de una conducta dudosa y vilmente puesta a merced del egoísmo o de la pasión; que ese día tengamos que consignar con pena que fuisteis vos precisamente el que impidió que nos podamos ufanar de la conducta de los masones.

Os saludan fraternalmente,

Armando Pérez Núñez, Venerable Maestro, y Medardo Lafuente, Secretario


Publicado originalmente en
El Imparcial, sábado 16 de septiembre de 1916, pp.4 y 7.

Tomado de Medardo Lafuente Rubio: Páginas rescatadas. Prólogo de Alma Flor Ada. Mariposa Transformative Education Services, San Rafael, California, 2017, pp.226-231. 

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Comentarios
María Antonia Borroto
4 años

En el libro tan amorosamente preparado por Alma Flor Ada, también aparece la nota de presentación de este texto, firmada por Medardo Lafuente, y dirigida al director de El Imparcial: Sobre los deberes ciudadanos de los masones Logia “Camagüey” Constituida en Camagüey bajo la jurisdicción de la muy respetable gran logia de la Isla de Cuba, Camagüey, 15 de septiembre de 1916. Sr. Director de El Imparcial Señor: Habiendo acordado la logia “Camagüey” enviar a cada uno de sus componentes una circular aconsejando la debida temperancia durante el período electoral y habiendo acordado asimismo enviar dicha circular a los periódicos locales, rogándoles su reproducción para contribuir a la difusión de los sanos consejos que en ella se dan y que para bien de la patria deberían ser atendidos por todos sus ciudadanos, tengo el gusto en cumplimiento del aludido acuerdo, de enviar a usted un ejemplar de la circular de referencia, rogándole muy encarecidamente la dé a conocer por medio de su leído periódico. Medardo Lafuente Secretario Camagüey, agosto de 1916.

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María Antonia Borroto
4 años

Agradecemos a la Logia Camagüey, en especial de los hermanos Gaspar Barreto y Raúl Vilató, Venerable Maestro, la posibilidad de tomar allí las fotos que ilustran este texto.

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Alma Flor Ada
4 años

Me ha emocionado ver la presentación de este texto y agradezco a Maria Antonia Borroto su publicación embellecida por las fotos tomadas en la Logia Camagüey. Medardo Lafuente Rubio, poeta, Miembro de la Peña de Plaza de las Mercedes, colaboró con Nicolás Guillén en la producción de la revista Lis. Dedicó su vida a la enseñanza, a todos los niveles, y a la defensa de la justicia y la integridad. En 1927 sufrió prisión en La Habana, con otros intelectuales, por ser uno de los iniciadores de la Universidad Popular en Camagüey. En 1930 fue brutalmente agredido por soldados del dictador Machado. La agresión dejo quebrantada su salud, pero la luminosidad de su espíritu no se opacó nunca. Dejó sembrados en sus alumnos, en quienes escucharon su oratoria vibrante, en sus hermanos masones y en quienes le trataron, su mensaje de serenidad, de acción valiente y decidida, y de crecimiento espiritual. Viví a su lado sólo los tres primeros años de mi vida, los ochenta restantes han estado iluminados y vivificados por su legado.

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María Antonia Borroto
4 años

Y es una pena, amiga, cuán poco se habla de él hoy en día. Estuve revisando sus textos periodísticos compilados por usted y hay allí verdaderas joyitas que poco a poco iremos compartiendo con los lectores de El Camagüey.

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Alma Flor Ada
4 años

Muchas gracias por reconocer su voz. Me gustaria poder enviarle por email sus poemas, del libro Jornadas Liricas. Cuando conoci en 1980 en la UNEAC a Nicolas Guillen, le mencione que habia visto que el mencionaba a mi abuelo, Su respuesta fue muy interesante, me dijo: "Ah, si, Medardo Lafuente, poeta exquisito y hombre de gran valor,,," y entonces con enorme entusiasmo y en voz muy alta anadio: "Ah, pero su abuela, esa si que era una mujer admirable, inolvidable..." No he podido encontrar mucho de lo que ella escribio, pero si una ORACION A LA BANDERA publicada en 1922 en la Revista de la Asociacion Femenina que me parece muy original porque no se limita a ensalzarla sino que le pide: "queremos que tus pliegues cobijen muestras cabezas en los momentos en que avidas de saber buscamos la Verdad en la Ciencia y cuando cultivamos el campo de nuestros sentimientos" reconociendo la importancia que ella sentia en educar con conocimientos de la Ciencia y ademas cultivar los sentimientos. Pero no solo admira y ruega, sino tambien exige a la bandra: "Y oye bien, bandera de nuestra Patria, nosotras queremos ver siempre sola tu estrella, linda como Venus al nacer el Alba. No queremos que te fusiones con ninguna otra constelacion or refulgente que aparezca. Te queremos como el simbolo de un pueblo absolutamente libre, absolutamene dueNo de sus destinos, independiente en forma y en esencia."

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Jaine Labrada Ching
3 años

@Alma Flor Ada. Es impresionante!! Cuanto valor recogen estas líneas de dos figuras que brindaron tanta pasión al Camagüey y la vigencia que hoy podemos respirar. Me pareció formidable la posición desde la que se honra a la bandera. Metafórica pero con un mensaje muy patriótico y firme. Muchas gracias una vez más por compartirnos las muchas vivencias y recuerdos que nos llenan el corazón y el espíritu y nos permiten identificarnos más con la estirpe de la tierra amada, nuestro Camagüey.

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María Antonia Borroto
4 años

Este es un texto para meditar: familias fracturadas por cuestiones políticas en 1916... y en los 30, en los 50, en los 60, en los 70, en los 80... ¿Será acaso nuestro sino?

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Linet Hernández
4 años

La advertencia de este texto que tiene más de cien años, sobre los riesgos de exacerbar el odio, la ira y la intolerancia, resulta de interés actual. Y sobre los riesgos de dejarnos exaltar, irreflexivamente, contra otros cubanos por el hecho de expresarse.

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María Antonia Borroto
4 años

...y de no pensar exactamente como uno. Es muy triste.

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Y. J. Hall
4 años

Esto tiene que haber sido escrito cuando las elecciones entre Alfredo Zayas (liberal) y Mario Menocal (conservador), ganadas por este último. La historia de Cuba demuestra que los cubanos hemos sido especialmente apasionados y violentos a la hora de abordar nuestras diferencias, especialmente las políticas. Esas tendencias culturales hacia la intolerancia, la agresión y la adoración a caudillos, nos han llevado a padecer varias dictaduras con el consiguiente descalabro del proceso constitucional y democrático que se implantó en 1902. La cultura del odio y la intolerancia en Cuba, muy tristemente, aún sigue expresándose de la peor manera; y yo me pregunto si, pasada la efervescencia del momento del acto de repudio, los protagonistas del bando de la intransigencia y la afrenta, a solas con sus conciencias, se arrepienten de ellos mismos. Y me respondo que no, que no se arrepienten, porque tienen el alma pequeñita.

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Y. J. Hall
4 años

Por cierto, he descubierto que Alfredo Zayas era también poeta. He aquí algo suyo: ==Al caer la nieve== Cuando la nieve en copos descendía Tendiendo en la pradera su albo manto, Sentí que el corazón se me oprimía Y que brotaba a mi pupila el llanto. Hijo de tierra que, en verdor eterno, Con torrentes de luz el sol inunda, El pálido fantasma del invierno Vierte en mi seno postración profunda. Yo no puedo vivir en donde el hielo Aprisiona el arroyo en sus cristales, Y el plúmbeo tinte del nublado cielo No traspasan los rayos siderales. Yo no puedo vivir, ni encuentra el alma Encanto alguno a la natura hermosa, Sin oír el murmullo de la palma, Y el doliente plañir de la tojosa. Sin contemplar nadando en la cañada, Cual góndolas ligeras, los huyuyos; Y en la noche la ceiba, salpicada De estrellas fulgurantes, de cocuyos. ¡Cuando a ver tornaré, de gozo lleno, El arco verde que en la azul llanura, Del Anáhuac en el profundo seno, Traza de Cuba la gentil figura! ¡Virgen que duerme en lecho de zafiros, En su túnica envuelta de esmeraldas, Y la arrullan las brisas con suspiros, Y juegan las espumas en sus faldas! ¡Tierra cubana, con estrecho abrazo, Guarda el polvo mortal de mis mayores, Dormidos de la madre en el regazo, Bajo el fresco follaje de sus flores! ¡Cielo cubano contemplé en mi cuna, El mismo que mis hijos contemplaron, Y a amar la patria sobre cosa alguna Los paternales labios me enseñaron! ¡Cómo no he de anhelar en la honda entraña Del suelo amado reposar un día, Sin que cave mi fosa mano extraña Ni cubra mi sepulcro nieve fría! Triste presentimiento que me asalta Y en nostálgico mar me precipita... ¡Toda esperanza al corazón le falta, Y en convulsivo horror mi ser agita! Se me antoja pensar que en invernales Noches, la nieve, con helados besos, Empapará los lienzos funerales, Y en su sepulcro gemirán mis huesos... ¡Quiero morir oyendo del solivio El alegre piar en la yagruma, Y sintiendo en la frente el rayo tibio Del sol que rasga matutina bruma! ¡En la margen florida de Almendrares, Que nunca agosta el aterido invierno, El inefable son de los palmares... Allí anhelo dormir mi sueño eterno! ¡Allí dormir!... dormir hasta el instante En que irradie en el cielo el primer lampo Del sol de libertad, que fulgurante Seque la sangre que matiza el campo. Puedan entonces en el mármol yerto Golpear mis hijos con tremendas manos, Y clamar cual si oyera el padre muerto: ¡Ya es libre Cuba, y libres tus hermanos! No podrá ser que el padre le responda, Pero acaso, de gozo enardecidos, En lo profundo de la cripta honda Se agitarán mis huesos carcomidos... El pálido fantasma del invierno... Yo evoco a Cuba, ante ella me prosterno, Y dejo que en silencio corra el llanto...

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María Antonia Borroto
4 años

¡Gracias! Realmente no sé si alguna vez, en mis clases de Historia, se mencionó el "detalle" de que Zayas escribía poesía. Es increíble cómo se nos ha menoscabado la historia patria, y sólo hemos tenido de muchos de sus protagonistas una imagen chata, acartonada, simplista... Esa manera de simplificar las cosas debe ser, me imagino, el correlato de esas pasiones exacerbadas: la una conduce a las otras.

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Y. J. Hall
4 años

Por supuesto que nadie lo mencionó. A todos los presidentes nos los mostraron grises, corruptos, desalmados, incapaces de sentir compasión y mucho menos de escribir un verso.

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Linet Hernández
4 años

Gracias por sorprendernos con ese poema.

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María Antonia Borroto
4 años

La República misma parece un bloque homogéneo de "hambre, miseria y explotación". Ah, pero basta abrir al azar cualquier revista Bohemia para maravillarse con la intensidad y profundidad de los debates sobre las cuestiones nacionales, la calidad de los textos, el cosmopolitismo de sus preocupaciones. Claro, no siempre Bohemia fue igual. En los años cuarenta, por ejemplo, era una revista tremendamente buena. Y si establecemos una relación metonímica entre esa revista y Cuba, podemos notar que, obviamente, las cosas no son tan sencillas como nos las han pintado.

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Abdel Martínez Castro
3 años

@María Antonia Borroto ¡Ay, y cómo se insiste en que no podemos entender el presente sin conocer la historia! Luego la historia que se supone nos ilumine el presente es un cuento para niños, con villanos y héroes. Y así se supone estaremos aptos para entendernos con el hoy: con un manojo de solapines de "héroe" y "villano", dudosos de a quién encasquetárselos, porque lo complejo no se nos da bien.

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Abdel Martínez Castro
3 años

Serenidad, cabeza fría, justeza y moderación. A eso invita el texto. A la dignidad y a la mesura. Qué falta nos hacen.

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Ernesto Juan Abad Rodríguez
3 años

El venerable hermano Medardo Lafuente fue tambiém fundador de la Respetable Logia Ignacio Agramonte y uno de sus Venerables Maestro. Ésta se convirtió luego en la actual Respetable y Benemérita Logia "Hijos del Tínima N° 235".

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María Antonia Borroto
3 años

@Ernesto Juan Abad Rodríguez Muchísimas gracias por tales datos. Bienvenido a El Camagüey. Siéntase como en casa.

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Ernesto Juan Abad Rodríguez
3 años

Con relación a la enseñanza de la Historia de Cuba, ni antes ni después de 1959 he visto mención a la cualidad de poeta del ex presidente Zayas

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Alma Flor Ada
3 años

Cuánto aprendo en El Camaguey. Y cuánto agradezco a todos los que participan en el diálogo.

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María Antonia Borroto
2 años

Dicen que sólo los aburridos cuentan sus sueños, aun así voy a contar lo que soñé hoy en las primeras horas de la mañana y que todavía me tiene perturbada. Estaba en un evento o algo así organizado por alguna institución estatal cubana (en mi sueño no se precisaba ese detalle), y conmigo estaban varios conocidos, entre ellos una exalumna. En un momento determinado nos llamaron para decirnos que debíamos abandonar el lugar por cuestiones relacionadas con la alimentación, no porque no hubiera comida (cosa rara, bueno, era un sueño) sino porque la había en grandes cantidades, pero no para nosotros. Como estábamos, al parecer, fuera de Camagüey, empezamos a protestar, yo de manera vehemente, porque dejar el lugar era aventurarnos en una lista de espera. De pronto me quedé callada y por lo bajito le comenté a mi exalumna: "Mejor hablen ustedes, pues todo lo que yo diga se puede malinterpretar". Acto seguido nos abrazábamos mientras le decía: "Ay, mi niñita", a lo que ella respondía: "Esto está muy malo, profe. Mejor no diga nada." Aquello se iba calentando. De pronto vimos llegar a muchas personas que de lejos parecían niños de primaria. Yo no los distinguía bien, aunque sí lo suficiente para alertar al resto: "No son de primaria, las camisas y las blusas son azules y no blancas". Efectivamente, cuando se acercaron vimos que eran adultos vestidos con uniformes de primaria salvo las blusas o camisas, de un azul parecido al del uniforme de las MTT. Nos hicieron poner en fila y, tal como hacen algunas madres, chancleta en mano, nos obligaron a pasar cerca de ellos. Yo, casi al final de la fila, veía como repartían chancletazos a diestra y siniestra, sobre todo las mujeres, coléricas, enardecidas... A mí una me tiró una piedrecita que me dio en la espalda y me hizo gritar. Cuando iba a responderle, alguien, cuya cara no distinguí, me cogió por el brazo: "¡Tú estás, loca, muchacha!". No sé si fue el ardor lo que me hizo despertar, o mis lágrimas. En el sueño, ya con todo calmado, lloraba mucho y me decía a mí misma que nunca más, nunca más... Todavía tengo ganas de llorar. Mi pesadilla ha sido la realidad de muchos, y lo que es más triste, puede volver a pasar en cualquier momento, puede involucrarme también a mí... Por eso recordé esta publicación y corrí a comentarla, buscando tal vez liberarme de esas imágenes tan vívidas y terribles.

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