(personaje inolvidable)
Virginia: Dinosauria virgen,
devoradora de rosas...
Has muerto de hambre y de sed,
ya que las rosas todas no bastaron
y la primavera se fue.
Virginia... ¡Desoladora tía!
Diosa antigua de un pueblo fenecido,
dime ¿qué luna de color de miel
ilumina tu Templo
que olvidó la mitología?
(1941)
Nota de Dulce María Loynaz: Esta tía nuestra murió soltera y avanzada de edad. A nosotros —niños— nos infundió un vago terror, pues además de su carácter adusto, tenía la extraña manía de comer flores, y así, de sus pocas gratas visitas, quedaban despojados de nardos y rosas todos los búcaros de la casa. Flor la ha retratado admirablemente.
Tomado Flor Loynaz: Poesía. Pinar del Río, Ediciones Loynaz, 2019 (2da. edición), p.72.