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La obra literaria del Dr. Remos

La obra literaria del Dr. Remos

Las prensas acaban de regalarnos una obra excepcional en su género didáctico; nos referimos a La obra literaria: estética y técnica que es el fruto razonado de una larga y paciente labor pedagógica en la cual el espíritu creador y la fina sensibilidad del artista han destilado un sabor cordial de humanidad pensante. Si la figura literaria del Dr. Juan J. Remos no fuera suficientemente conocida en nuestro medio, bastaría para presentar al ilustre profesor, esa certeza y concisa silueta que traza Lizaso en su valioso libro de ensayistas contemporáneas. Al lado de José Antonio Ramos, de Iraizoz, de Santovenia, de Lles y de Miguel de Marcos, Lizaso sitúa a Remos en un papel principal de ensayista, profesor y animador de la cultura. “No se limita —dice— al cumplimiento estricto de un deber oficial: sobrepasa en dádiva propia todos los deberes académicos. Despierta con su propio fervor el fervor de los discípulos. No les trasmite sólo esquemas de fechas y nombres; pone en la ansiedad que le rodea el mensaje de belleza y sabe despertar el temblor comprensivo del arte”. Si intentáramos atribuirle un propósito a este libro reciente del Dr. Remos, no encontraríamos otro más característico que el de “despertar el temblor comprensivo del arte”. En toda la larga obra de Remos se observa esa intención generosa, alejada de la mera vulgarización, superadora de la divulgación; centrada en el espíritu de contagio y de sugerencia para colocar la mente del estudioso en el estado de acudir virgen de todo prejuicio al encuentro de la belleza revelada en concreción artística. Incansable en su obra de polígrafo, el autor ha estirado el tiempo, lo ha agrandado, lo ha llenado de contenido, hasta cargar su duración de una secreta sustancia que enriquece la bibliografía cubana a cada momento. Ni las delicadas labores ministeriales, ni el trabajo excesivo, ni la preocupación de los arduos problemas nacionales han podido arrancar al escritor de su mesa de trabajo. Ahí están las seiscientas cuarenta y una páginas de la Obra literaria. Ahí está la voluntad ahincada de hacer sencillo y atractivo su contenido; la síntesis de alguna obra maestra de la literatura; los fragmentos inolvidables de esas mismas obras, como aperitivo para que la juventud estudiosa sepa ir del texto a la misma fuente.

El método es claro, vivo, más allá de las parcas definiciones sin prolijidad en las clasificaciones; sabiamente acotado en negrillas, para mayor comodidad en la mnemotecnia; la ejemplificación selecta. Las citas de un alto valor antológico, revelando la lectura copiosa y admirablemente asimilada de las más insignes figuras de la moderna crítica. Todos los capítulos tratados a ciencia, conciencia y experiencia; pero los más destacados son el de la oratoria, actividad en que el autor se mueve con toda soltura y fluidez, el de la novela y el cuento y las páginas dedicadas a la poesía lírica. Siendo en la forma una obra didáctica de singular amenidad, no es en el fondo otra cosa que un tratado de estética en donde ha volcado el autor sus más hondos y sutiles pensamientos; el discurso de una inteligencia lúcida y madura a la búsqueda y discusión de los intrincados problemas de la belleza que preocupan a la humanidad.

La extensa y selecta bibliografía que avalora el final del libro, es un índice del buen gusto y de la alta capacidad estudiosa con que el Dr. Juan J. Remos enriquece su natural don de artista.


Tomado de Revista Cubana. La Habana, Publicaciones del Ministerio de Educación. Dirección de Cultura, enero-junio, 1941, vol. XV, pp.223-225.

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