New York, 10 diciembre, 1895

Mayor General Antonio Maceo, Lugarteniente General del Ejército Libertador.

Mi distinguido general y muy estimado amigo:

Su muy atenta comunicación del 21 de noviembre pasado llegó a mis manos el día de ayer, y aprovechando un correo especial, que espero preste servicio con regularidad en lo sucesivo, le contesto hoy para que esté en su poder en el plazo más breve.

Con su citada carta recibí el estado de las sumas hechas efectivas y de las que deben cobrarse, conforme a los impuestos sobre propiedades del Departamento Oriental.

La carta de 30 de octubre a que Vd. se refiere no ha llegado aún a mi poder.

Antonio Lucas fue el práctico que condujo la expedición Carrillo-Aguirre, desembarcada el 15 de noviembre en la costa sur, no lejos de Santiago de Cuba. Le acompaño copia de los elementos de guerra que llevó esta expedición.

El presidente de los Estados Unidos pasó el día 2 del actual al Congreso su mensaje anual. Incluyo traducida al castellano, la parte que se refiere a Cuba, así como algunos comentarios de la prensa, el de Mr. Rubens nuestro abogado consultor, y la personal mía. Hemos dado comienzo en Washington a la campaña que tiene por objeto mover a nuestro favor el ánimo de senadores y diputados: a unos y a otros se les ha distribuido con profusión el folleto traducido al inglés, que escribió Enrique José Varona, Cuba contra España, y que ha circulado también en lengua castellana, como manifiesto del Partido Revolucionario Cubano, que fue la mira principal con que indiqué la redacción de dicho folleto. Nos empeñamos además, en informar diariamente a esos señores de la marcha progresiva de la revolución, y en mantener vivo en unos y en despertar en otros el sentimiento de simpatía que inspira en general la lucha de los cubanos por conseguir su libertad. ¿Qué conseguiremos? No es posible conjeturarlo, tanto más, cuanto que los españoles derraman el dinero a manos llenas y hacen inauditos esfuerzos en la opinión de los congresistas. Por esto aplaudo la circular del general Gómez prohibiendo que se haga zafra en las Villas y Occidente, y amenazando castigar con la destrucción de sus propiedades a los contraventores de la referida circular. Mucho importará para nosotros el reconocimiento de la beligerancia porque los Estados Unidos, al dar este paso, demostrarían a España que su propósito era que Cuba obtuviera su independencia, y España se apresuraría a entrar en negociaciones con la mediación de los Estados Unidos. Pero nosotros no debemos atenernos a ver realizarse esa esperanza sin decir como Vd.: “si viene, bien, y sino, también” (sic). El hecho se impondrá por sí propio y el medio más eficaz es probar a este país y al mundo entero que los cubanos en armas, no los españoles, son los que ejercen autoridad positiva en la Isla, impidiendo que se haga la zafra o permitiéndola, según les acomode.

Tomo buena nota de las personas a quienes debo apremiar para el pago de lo acordado con Vd., y en primera oportunidad le daré aviso. También confrontaré la relación de Vd. con la de los ingresos de Tesorería y de la diferencia le daré pormenor en breve

Tomás Estrada Palma. 

Tomado de Antonio Maceo: Documentos para su vida. Homenaje del Archivo Nacional de Cuba al Lugarteniente General del Ejército Libertador en el centenario de su nacimiento 1845-1945. Prefacio del Dr. Julián Martínez Castells. La Habana, Archivo Nacional de Cuba, 1945, pp.158-159.