Durante las fiestas por los quinientos años de la fundación de la Villa de Santa María del Puerto del Príncipe, el grupo de comunicación Excelencias hubo de realizar un encuentro gourmet en los salones del Gran Hotel de Camagüey, donde también fueron presentadas varias revistas dedicadas a la celebración, entre ellas Sol de Cuba. Los participantes tuvimos la oportunidad de degustar algunos platos típicos camagüeyanos, elaborados por los estudiantes de la Escuela de Hotelería y Turismo de la ciudad. Uno de esos platos, que probé por primera y única vez en mi vida hasta ahora, fue el bizcochuelo camagüeyano. Mi impresión es indescriptible. Les dejo la receta, tomada de la edición especial de la revista Sol de Cuba, para que usted lo compruebe personalmente.
15 huevos 3 1/3 latas de azúcar 6 latas de harina de castilla 1 cucharadita rasa de polvos para hornear o bicarbonato ½ libra de maní tostado, limpio y partido ½ cucharadita de sal mermelada de su preferencia a gusto 1 cucharada de mantequilla o aceite
Elaboración:
Ponga los huevos y el azúcar en un bolo y bata enérgicamente hasta que el azúcar se disuelva. Engrase con la mantequilla la bandeja donde se horneará la masa. Encienda el horno y caliéntelo a 180 grados C. Tamice la harina con el polvo de hornear y la sal, mezcle bien. Monte la mezcla y adicione la harina. Cuando la textura sea homogénea viértala en la bandeja previamente engrasada; espolvorée sobre la superficie los granos de maní tostados y un poco majados. Ponga la bandeja en el horno y pasados diez minutos revise la cocción introduciendo una espátula, un cuchillo o un palillo en el centro de la masa y si al extraerlo este sale seco, la preparación está lista. Sirva acompañado de la mermelada de su preferencia.
Lo comí seco y me encantó. Personalmente le propongo que lo bañe con alguna de las salsas o cremas para tortas o pasteles que aparecen en mi libro Cocinando con amor.
Una primera versión de este texto apareció en el libro Cocinando con amor. Camagüey, Editorial Ácana, 2015.
Es un dulce en extremo simple y muy fácil de elaborar, pero en esa sencillez está su exquisitez. Es otra de esas cositas de El Camagüey casi desconocidas por los camagüeyanos de hoy.
@Jaime A. López Una pregunta: ¿Qué capacidad debe tener la lata: azúcar refino o sirve la prieta? Digamos que un vaso mediano tiene 125 ml y uno grande 200 o 250. Me serviría el diámetro y la altura de la lata a utilizar. Espero poderla hacer en casa. R.
@Romel H. Zell Gracias por su interés. El azúcar que se utiliza es la que llamamos en Cuba "blanca" o "refino" y la lata a la que se hace referencia es aquella en la que, históricamente, se ha comercializado la leche condensada (aunque hoy son muy disímiles sus envases) y que, por lo visto, tenía y aun tiene en muchos países las mismas dimensiones: es decir, aproximadamente, diámetro - 73 mm, alto - 75 mm. Gracias.
Mary y partenaire, gracias por publicar esta receta, ojalá llegue a muchas personas. Quisiera saber en que restaurante tomaron la foto; si ofrecen este dulce allí, pues mi felicitación y agradecimiento.
Me encantaría hacerlo y, por supuesto, comerlo. Un amigo me cuenta que su mamá y sus tías lo preparaban. Lo cito: "un sabor y una textura para recordar, era como una panetela muy vaporosa, en cuya fina corteza el azúcar al cocinarse se amelcochaba ligeramente, su apariencia arrugada hizo que las mujeres al referirse a otra que parecía muy envejecida dijeran que parecía un bizcochuelo..."
Comentarios
Ada García
3 añosHummm!!! Debe ser riquísimo
Jaime A. López
3 años@Ada Zoe Sí, es realmente sabroso, al menos para mí que prefiero los dulces secos. ¡Gracias!
Jaime A. López
3 añosEs un dulce en extremo simple y muy fácil de elaborar, pero en esa sencillez está su exquisitez. Es otra de esas cositas de El Camagüey casi desconocidas por los camagüeyanos de hoy.
Romel Hijarrubia Zell
3 años@Jaime A. López Una pregunta: ¿Qué capacidad debe tener la lata: azúcar refino o sirve la prieta? Digamos que un vaso mediano tiene 125 ml y uno grande 200 o 250. Me serviría el diámetro y la altura de la lata a utilizar. Espero poderla hacer en casa. R.
Jaime A. López
3 años@Romel H. Zell Gracias por su interés. El azúcar que se utiliza es la que llamamos en Cuba "blanca" o "refino" y la lata a la que se hace referencia es aquella en la que, históricamente, se ha comercializado la leche condensada (aunque hoy son muy disímiles sus envases) y que, por lo visto, tenía y aun tiene en muchos países las mismas dimensiones: es decir, aproximadamente, diámetro - 73 mm, alto - 75 mm. Gracias.
Inés Rita Marín Izaguirre
3 años@Jaime A. López gracias por facilitar la receta. También leí el libro. Me gustó mucho.👌
Jaime A. López
3 añosMary y partenaire, gracias por publicar esta receta, ojalá llegue a muchas personas. Quisiera saber en que restaurante tomaron la foto; si ofrecen este dulce allí, pues mi felicitación y agradecimiento.
María Antonia Borroto
3 añosMe encantaría hacerlo y, por supuesto, comerlo. Un amigo me cuenta que su mamá y sus tías lo preparaban. Lo cito: "un sabor y una textura para recordar, era como una panetela muy vaporosa, en cuya fina corteza el azúcar al cocinarse se amelcochaba ligeramente, su apariencia arrugada hizo que las mujeres al referirse a otra que parecía muy envejecida dijeran que parecía un bizcochuelo..."
Inés Rita Marín Izaguirre
3 añosQuiero probar hacerlo, se ve delicioso. 😋