A J.A.F. de C.
No existe ningún muro entre nosotros;
si existiera,
con más o menos fuerza lo derribara.
No existe abismo alguno entre nosotros;
si existiera,
todo amor tiene alas.
No es tampoco que estemos tan lejos,
porque toda distancia
por muy grande que sea tiene un límite:
¡Y lo que tiene límites se alcanza!
No es distancia ni muro
ni abismo lo que nos separa;
es un frío infinito, inexorable,
el frío de la vida, más que la muerte, helado.
Tú y yo nos miramos cara a cara
sin amor, sin dolor y sin reproche.
Los dos tenemos frío: ninguno tiene alma.
1927
Poema dedicado a José Antonio Fernández de Castro.
Tomado de Poesía. Pinar del Río, Ediciones Loynaz, 2005, p.21.