Los servidores del Estado, la provincia y el municipio, en todas partes tienen al finalizar su carrera oficial, miseria, mucha miseria, a no ser que oportunamente sepan figurar en el número de esos aprovechados que de paso se llevan cuanto encuentran, cosa no muy corriente en algunos ramos de la administración pública, donde los pobres empleados no encuentran nada que llevarse, como por ejemplo en el ramo de la Instrucción Pública, donde los pobres maestros envejecen junto a la mesa del aula que desempeñan, en las que muchísimas ocasiones falta hasta el material de enseñanza, teniendo esos meritísimos mentores de la niñez que dar el medio de la merienda para que con eso compren los muchachos papel y tinta en la librería más próxima.
Los pobres maestros en activo ejercicio dejan parte de su haber mensual con destino al fondo de jubilación, retirándose a su modestísimo hogar, satisfechos del deber cumplido.
Ese descuento asegura la pensión de los maestros jubilados, meritísimos funcionarios que en un tiempo prestaron sus servicios en el Departamento de Instrucción Pública y que ahora, viejos, achacosos, rendidos por el trabajo del aula, esperan por el santo advenimiento de sus pensiones, que nunca llegan puntualmente: estamos a fines de abril, en los primeros días del mes se pagó a los maestros en activo ejercicio, y a estas alturas, los pobres jubilados esperan sus haberes, mientras a sus puertas toca el casero, el lechero y el panadero apremiando el pago de las cuentas de marzo próximo pasado.
Triste situación de esos pobres maestros, en su mayoría ancianos respetables, padres de familia, que tienen en la vejez una terrible carga sobre sus hombros: todavía no han cobrado el mes de marzo próximo pasado, no hay dinero para pagarles, lo que constituye una desvergüenza, porque a ellos se les paga con lo que se descuenta a los maestros en activo ejercicio: eso ocurre en Cuba, en la República modelo, donde perseguimos el juego y la inmoralidad y mantenemos una lotería que es una vergüenza y toleramos carreras de caballos y carreras de galgos.
¿Por qué no se ha pagado el mes de marzo a los maestros jubilados pretextando que no hay dinero, si el pago de esos respetables ex-funcionarios públicos se hace con lo que se les descuenta a los maestros en activo ejercicio?
¿Por qué no se ha pagado su sueldo a los pobres jubilados en una República que se dice que acaba de proporcionarle unos cuantos miles de pesos al Presidente electo, general Machado, para que diera un agradable paseíto por los Estados Unidos, cosa que nos atrevemos a suponer que no sea cierta, porque sería el colmo de los colmos?
Parece que se quiere sitiar por hambre a esos meritísimos funcionarios que se jubilaron rendidos por los años, después de haber dedicado su inteligencia, sus actividades todas a la causa de la enseñanza, laborando en el aula de la escuela pública, miserablemente retribuidos, en un país donde cualquier descarado disfruta de una excelente posición, en la que se aprovecha debidamente, para salir de allí dueño de un magnífico chalet, con buenas máquinas y lujosos muebles, que se adquirieron precisamente con lo que se pudo robar al Estado, la provincia o el municipio, mientras se tuvo la suerte de pasar por un hombre honrado , respetado y querido por sus conciudadanos, que tarde llegaron a conocer al empleado que dedicó todo tiempo a la rapiña.
Tomado de El Camagüeyano. Diario Independiente. Año XXIII, Número 111, Martes, 21 de abril de 1925, p.2.
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Romel Hijarrubia Zell
1 año
Real y ajustado a la realidad de la época. Hoy los problemas son otros: la pérdida del valor de la m.n., el desabastecimiento generalizado. La impunidad de quienes cometen delitos económicos, la parcialidad de la llamada "justicia" de ojos vendados y mano extendida. Llegará el tiempo de cambios para mejor, -espero verlo-, y algo mejoraremos. R.
Ese tema lo siento como espina en el dedo porque mi madre y mi tía Gloria fueron maestras públicas, en primer lugar; y porque tuve maestras y maestros amigos de la familia que marcaron mi educación, especialmente por el ejemplo y las virtudes morales que practicaban a diario. De su dedicación, sacrificios y honorabilidad salieron de esas aulas públicas generaciones de martianos. La escuelita pública cubana carecía de todo, pero tenía maestros que eran humildes y decentes. De los maestros rurales en Cuba faltan páginas por escribir.
Pobres maestros jubilados, entonces y ahora🙄🙄🙄. Interesante el uso de la combinación «próximo pasado», que ahora nos parece contradictoria, pero que estuvo vigente en nuestra lengua desde el siglo xv hasta la primera mitad del xx. Gracias por compartir.
@Pedro De Jesús López Acosta: Confieso que no la conocía, que, incluso, durante el proceso de edición de este texto tuve mis dudas y llegué a creerla un error mío al transcribir, hipótesis que descarté al verla repetida.
Agradecí muchísimo su post en Facebook sobre esa expresión, cito algunos fragmentos, pues sé que nuestros lectores lo agradecerán:
A los hablantes actuales de español nos parece una formulación contradictoria, en la que «próximo», en el sentido de ‘siguiente, inmediatamente posterior’, resulta incompatible con «pasado».
Pero «próximo» significa también ‘cercano, que dista poco en el espacio o en el tiempo’. De manera que, desde el siglo XV y hasta la primera mitad del XX, se documenta en nuestra lengua la combinación «próximo pasado» para reforzar la cercanía del pasado. Tenía, en puridad, un valor entre enfático y redundante.
En la literatura de campaña de las guerras cubanas por la independencia se verifica suficientemente. Puede aparecer en forma abreviada, «ppdo», como en el caso de los diarios de Céspedes.
Comentarios
Romel Hijarrubia Zell
1 añoReal y ajustado a la realidad de la época. Hoy los problemas son otros: la pérdida del valor de la m.n., el desabastecimiento generalizado. La impunidad de quienes cometen delitos económicos, la parcialidad de la llamada "justicia" de ojos vendados y mano extendida. Llegará el tiempo de cambios para mejor, -espero verlo-, y algo mejoraremos. R.
Javier Vázquez García
1 añoHoy les pagan puntualmente y, sin embargo, no les alcanza para nada.
Olivia Cano
1 añoEse tema lo siento como espina en el dedo porque mi madre y mi tía Gloria fueron maestras públicas, en primer lugar; y porque tuve maestras y maestros amigos de la familia que marcaron mi educación, especialmente por el ejemplo y las virtudes morales que practicaban a diario. De su dedicación, sacrificios y honorabilidad salieron de esas aulas públicas generaciones de martianos. La escuelita pública cubana carecía de todo, pero tenía maestros que eran humildes y decentes. De los maestros rurales en Cuba faltan páginas por escribir.
Pedro De Jesús López Acosta
1 añoPobres maestros jubilados, entonces y ahora🙄🙄🙄. Interesante el uso de la combinación «próximo pasado», que ahora nos parece contradictoria, pero que estuvo vigente en nuestra lengua desde el siglo xv hasta la primera mitad del xx. Gracias por compartir.
María Antonia Borroto
1 año@Pedro De Jesús López Acosta: Confieso que no la conocía, que, incluso, durante el proceso de edición de este texto tuve mis dudas y llegué a creerla un error mío al transcribir, hipótesis que descarté al verla repetida. Agradecí muchísimo su post en Facebook sobre esa expresión, cito algunos fragmentos, pues sé que nuestros lectores lo agradecerán: A los hablantes actuales de español nos parece una formulación contradictoria, en la que «próximo», en el sentido de ‘siguiente, inmediatamente posterior’, resulta incompatible con «pasado». Pero «próximo» significa también ‘cercano, que dista poco en el espacio o en el tiempo’. De manera que, desde el siglo XV y hasta la primera mitad del XX, se documenta en nuestra lengua la combinación «próximo pasado» para reforzar la cercanía del pasado. Tenía, en puridad, un valor entre enfático y redundante. En la literatura de campaña de las guerras cubanas por la independencia se verifica suficientemente. Puede aparecer en forma abreviada, «ppdo», como en el caso de los diarios de Céspedes.
Javier Vázquez García
12 meses@María Antonia Borroto: A mí también me dio curiosidad. Gracias por la explicación.