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La canción de las palmas

La canción de las palmas

    Esmeraldas rumorosas,
    porciones del patrio suelo
    que os levantáis orgullosas
    para besar amorosas
    el gran zafiro del cielo!

    vosotras las que mirasteis
    caer el postrer soldado
    que, piadosas, lo arrullasteis,
    y en pie, soberbias, quedasteis
    sobre el campo ensangrentado;

    en lenguaje misterioso,
    ya que tan alto subisteis,
    contadle al azul radioso
    el secreto doloroso
    de la canción que aprendisteis.

    Decidle cuánta amargura
    vuestro suave arrullo encierra
    en su infinita dulzura,
    y repetid en la altura
    lo que oísteis en la tierra.

    Que en el viento confundido
    llegó a vosotras un día
    del primer cubano herido
    el lamento dolorido
    que repetís todavía...!


     Incluido en Horas de mi vida; tomado de Poéticous.

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