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Todos aplaudimos con verdaderas ganas. ¡Cómo no hacerlo tras ver una obra tan redonda, realizada casi en su totalidad por una sola persona, estudiante en ese entonces de tercer año! ¡Cómo no hacerlo si en el grupo se respiraba un ambiente de creación y de familiaridad! Y si bien los unos participaban en los esfuerzos de los otros, el nombre más recurrente era el de Rodolfito, como le decíamos. Eso había sido habitual: siempre, en cada grupo de estudiantes en la filial camagüeyana del ISA, alguien ponía sus manos (o sus ojos, más frecuentemente los ojos) en las creaciones de sus compañeros. 

Me parece verlo, en su bicicletica y con su sombrero, cuando me pasaba, muy ágil, por el lado, o con su guitarra, ciertas tardes en el Museo Ignacio Agramonte. Y me parece verlo, sobre todo, discutiendo en el aula sobre el reguetón o sobre cualquier otra cosa. O en aquel examen, del que por suerte conservo fotos, donde les pregunté por el San Juan. Ellos se sorprendieron un poco, bueno, más bien fingieron sorpresa, pues en nuestras clases hablábamos de todo y ellos sabían que podían ser sinceros: lo que en el aula dijéramos, en el aula quedaba. Y uno de los que más y mejor lo hacía era él, muy apasionado, muy respetuoso, seguro de sus opiniones y, al mismo tiempo, escuchando siempre con atención, moviendo la cabeza... En aquellas  clases tal vez era yo la que más aprendía. 

Rodolfo pensó concluir sus estudios con un videojuego; lamentablemente no fue así: hubiera sido un pionero, tanto en la filial como en el ISA. El proyecto quedó pospuesto, bien para su ejercicio ya profesional, bien para su tesis de maestría. Ni lo uno ni lo otro. Pesadillas, su trabajo de diploma, fue la última obra suya de la que tuve noticias, asumida casi en solitario, y de la que, incluso, hay dos versiones. 

La exquisitez en la animación, el acertado uso del blanco y negro y de una banda sonora muy cuidada, unido a su sentido del humor, hacen de En el café una pieza apreciable, que trasciende el mero ejercicio docente. Conservémosla en El Camagüey, disfrutémosla... Tengamos en este espacio virtual, a salvo de la muerte, a Rodolfo Caraballo.

María Antonia Borroto




En el Café (2017)

FAMCA-Camagüey
Género: Animación
Formato: Digital
Tiempo: 4 minutos 26 segundos
Productora: Ashé Animation Studio, FAMCA Universidad de las Artes, ISA, Filial Camagüey
Dirección, guion, producción, diseño, animación, edición y banda sonora: Rodolfo Caraballo Quevedo
Actúan: Linet Saladrigas, Yadira Rodríguez y Oscar Alejandro Viñas

El Camagüey agradece a José (Pepe) Fornet la galería de imágenes que forma parte de este trabajo.

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