Ni tradicionalista por sistema, ni revolucionario por moda, es lo que precisa no ser para pensar con acierto y rectitud.
Sin conservar nada de hostilidad, tampoco ofrece atracción hospitalaria, sino que desde que se pone el pie en el dintel del po...
No todos los insatisfechos se vuelven escritores, pero todos los escritores viven insatisfechos. Al menos los genuinos. Hay un...
La ciudad es grande; sus calles son torcidas, parece que juegan en zigzag para engañar al transeúnte; en cada piedra parece qu...
Al escribir esta página en homenaje a Ana María Pérez Pino, bastaría tal vez con afirmar que ella pudo estar en la fundación d...
Camagüey, señores, tiene su pasado... que ya está pasado, hablando con franqueza. Nosotros constituimos ahora un pueblo que pu...
Para los que amamos sinceramente las cosas del Camagüey antiguo han de tener fresco y profundo encanto los giros, expresiones...
Cada vez que se produce una perturbación en nuestro clima político, Varona es el oráculo a quien acuden los románticos impenit...
No sé nada de lo que pueda traernos entre sus pliegues el mañana. Hemos hecho los cubanos lo humanamente posible por embrollar...
Escritores de Camagüey, saben de sobra que la dignidad de su profesión y su verdadera utilidad social depende de la unidad col...
Existe un mal en la sociedad que, según sea el remedio con que se pretenda curarle, produce efectos diametralmente opuestos: e...
Yo, que creo en los Reyes, aunque parezca mentira y que me siento tan niño como el que más, estoy tomando mis medidas.