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Gerardo Castellanos García

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Sobre apodos camagüeyanos (De Pensando en Agramonte)
Por Gerardo Castellanos García  |  05 de marzo, 2023

Costumbre tradicional, que se cultiva y mantiene con agrado en todas las clases sociales, y me parece que apeteciéndola, es la de fijar apodos a hombres y mujeres, a veces desde la niñez.

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Cuartel militar español convertido en Hotel Camagüey – Joaquín de Agüero y su muerte (De Pensando en Agramonte)
Por Gerardo Castellanos García  |  20 de febrero, 2023

Sin conservar nada de hostilidad, tampoco ofrece atracción hospitalaria, sino que desde que se pone el pie en el dintel del portón, se respira ambiente triste.

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La casa solariega de los Agramonte; infancia de Ignacio (De Pensando en Agramonte)
Por Gerardo Castellanos García  |  15 de noviembre, 2022

Estos contornos de la casa solariega, la Plaza de la Merced y el templo mismo, fueron campos de paseo y solaz de Ignacio.

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El tipo de cow-boy que inunda la región, fábrica de mantequilla, queso, tasajo y embutidos (De Pensando en Agramonte)
Por Gerardo Castellanos García  |  28 de octubre, 2022

Camagüey ha logrado título prestigioso en el mercado de la Isla, por sus quesos, mantequilla, manteca, pieles, tasajo. Camagüey es garantía para esas industrias.

Sobre el autor

Gerardo Castellanos García (Cayo Hueso, 1879 - La Habana, 1956) fue escritor, periodista e investigador. Su obra es de referencia obligada para los estudiosos de los temas cubanos, de la gesta libertadora y de las personalidades de la guerra de la independencia. En 1900 trabajó en Cuba en la Tesorería General de la República y en el Ministerio de Hacienda, donde se jubiló. Fue el biógrafo del comandante Gerardo Castellanos Lleonart, de Calixto García, Francisco Gómez Toro, Adolfo del Castillo, Serafín Sánchez, Néstor Aranguren, Juan Bruno Zayas e Ignacio Agramonte, figuras relevantes de la historia de Cuba. Fue miembro de la Academia de la Historia de Cuba y de otras sociedades académicas. Su Panorama Histórico, exhaustiva cronología, le valió en 1936 el primer premio del Concurso Nacional convocado por la Secretaría de Educación. A todo esto debemos sumar la muy vasta colección de trabajos suyos aparecidos en publicaciones periódicas. Fue, además, redactor de La Prensa. Ensayista y personalidad vinculada al movimiento intelectual de Cuba, se le reconoció como una de las autoridades más competentes en el terreno del periodismo histórico, destacando también sus conferencias y discursos, varios de los cuales se editaron con posterioridad. Sus conciudadanos lo llamaron, con amor y respeto, Don Gerardo, pues devino una suerte de símbolo de la cubanidad y un ejemplo de seriedad en el tratamiento de los temas nacionales. En tres de sus más acabadas obras situó históricamente la figura de su padre, el comandante del ejército libertador Gerardo Castellanos Lleonart, quien se encontraba en el exilio cuando nació Castellanos García, Soldado y conspirador (1923), Misión a Cuba (1944) y Motivos de Cayo Hueso (1935).