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    Que no existe el amor! Enhorabuena!
    no creas en él si indiferente o frío,
    sientes latir tu corazón vacío
    y alzas la frente impávida y serena; 

    No creas tú en él, que sin dolor ni pena
    cruzas del mundo el arenal sombrío:
    no creas tú en él, si el desencanto impío
    de amargo tedio tu existencia llena.

    Pero yo, que agitada y anhelante
    siento latir mi corazón sensible,
    por un ser noble, que al mirarme amante

    me hace gozar de un modo indefinible,
    yo que siento por él, yo que le llamo,
    yo creo en el amor, porque yo amo!

Habana, 1860



      Tomado de la revista Social, Vol.IV, No.6, Junio, 1919, p.84.

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