La luz transforma esa pared silenciosa, el pozo, la caverna. La luz se cae al pozo de mi alma. ¿Dónde, dónde encontrar, dónde una puerta abierta, una ventana, dónde el sitio de estarme para siempre? En esta profunda cavidad sin mapa estoy perdido.
Hundido entre estatuas de cristal, tocando la bóveda del alma; estalactitas de vueltas y arcos espaciales, esponjas y pitares, gotas de espanto, rocas. Exploro el interior. Atisbo, palpo, pregunto:
¿qué estoy haciendo Dios, qué busco en la caverna?
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Comentarios
Linet Hernández
4 años
Parece que la intensidad desoladora de Escardó nos ha dejado mudos... Sobresale un verso: "La luz se cae al pozo de mi alma". ¡Qué temible sentimiento, expresado con tanta belleza!
Comentarios
Linet Hernández
4 añosParece que la intensidad desoladora de Escardó nos ha dejado mudos... Sobresale un verso: "La luz se cae al pozo de mi alma". ¡Qué temible sentimiento, expresado con tanta belleza!
Henry Mazorra
4 añosLa insondable búsqueda en el alma. Sí, a primera provoca un inevitable silencio introspectivo.
Mirlandia Valdés Florat
4 añosAy, eso está hermoso. Explorando las sombras en el alma, perdido por ahora.
Lourdes Fernandez
4 añosQue bello sentimiento resumido en pocas palabras