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Notas sociales

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Notas sociales

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Hoy vamos a ceder el sitio de nuestra crónica habitual a varias notas sociales, que nos han sido enviadas para su publicación.

Aunque en realidad, pensamos que se trata de un error, e iban encaminadas a algún otro periódico habanero, ya que, como es sabido Hoy no se ocupa en estos menesteres.

De todas suertes, las recogemos (con permiso del administrador) porque son un modelo de ese género y pudieran servir de solaz y divertimiento a nuestros lectores. Además, porque al hacerlo así, nos libramos del artículo que nos correspondía hoy. Ahora, las notas.


On dit...

Una gentil trigueñita, residente en el aristocrático “faubourg” vedadense, ha sido alcanzada por la dulce flecha de Cupido.

¿Nombre? Imposible.

Nos está prohibido.

No sólo por la más elemental discreción, sino porque el compromiso no es todavía formal.

Sólo sus iniciales.

Que son T.S.H.

Las cuales recuerdan un sistema de lo más inalámbrico de trasmitir noticias.

Tampoco diremos el nombre del afortunado galán, “pitcher” suplente de un afamado “team” de “base-ball”.

He aquí sus iniciales P.A.U.

Las mismas de un partido gubernamental que hace unos meses pasó a mejor vida.

Pronto despejaremos la incógnita...

Nada más, sino que nos sentimos “enchantés”, como decía el famoso Baudelaire.


Hacia el ultramarino pueblo de Regla, de donde seguirán viaje rumbo a la villa de Pepe Antonio, partieron ayer dos “girls” que son el encanto de sus respetabilísimos padres, el acaudalado banquero don Sinecuro de la Pampa Rescoldo y su señora esposa, doña Minesota T. Frío de la Pampa Rescoldo.

Numerosas amistades acudieron a despedirlas.

En la siempre concurrida y cosmopolita Esquina de Toyo.

La estancia de las deliciosas “jeunes-files” (sic) será brevísima.

Bone (sic) Voyage.


Todavía resuena en nuestros oídos el eco de tan brillante fiesta. Una noche llena de “charme”, como decía Verlaine.

Era de esperar, tratándose de la opulenta familia Siguanea.

Que desde hace varios años ha establecido su residencia en nuestra turbulenta “city”.

Con general beneplácito.

Fue la boda de Cusita, la monísima hija mayor de los esposos Siguanea, que contrajo quintas nupcias, esta vez con el correcto joven Walter Rice Taylor y Pimienta, de la mejor sociedad del Histórico Cayo, como llamamos cariñosamente a Cayo Hueso.

Bajo una iluminación “a giorno”, que hacía resaltar sus naturales encantos, se presentó la novia.

Vestida iba con un hermoso traje de “moaré”, color verde nilo desmayado.

El velo, amarillo huevo (nos referimos a la yema) caía como un sutil niágara de seda sobre las ebúrneas espaldas de la gentil “fiancée”.

Tanto el vestido —elegantísimo— como el velo, debidos fueron a las manos del modisto del momento.

Tito Tato, el gran “disinateur” (sic) femenino.

Que se ha anotado un triunfo más.

El joven Walter, naturalmente emocionado, iba del brazo de la feliz mamá, la señora de Siguanea.

Vestía un elegante “smoking”, cortado por el simpático Juancho Rizoto, el sastre de los que están a la moda. La novia, resplandeciente en su deliciosa ingenuidad, daba el brazo a su señor padre, don Sinecuro.

Párrafo aparte.

Para el adorno floral de la elegante mansión donde se celebró el fastuoso enlace.

Que es la de los padres de la novia.

Una obra maestra del mundialmente famoso jardín El Repollo, de los hermanos Lechuguetes.

El ramo de boda, confeccionado fue por otro jardín, mundialmente célebre también.

No citaremos su nombre, sin embargo, en virtud de una orden expresa de nuestro administrador, siempre tan correcto.

Leída que fue la Epístola de San Pablo a los distinguidos contrayentes, la feliz pareja partió hacia Miami, donde pasará la luna de miel.

Pero la fiesta prosiguió, entre oleadas de “champagne“, rubio y espumoso, de la acreditadísima marca Poison, que representa con exclusividad para toda la república nuestro particular amigo Rufo Raffo.

Delicadísimo el siempre bien afinado conjunto del maestro Roncesvalles.

Infaltable en las reuniones de la “high-life”.

Nuestros votos.

Consignados sean con toda sinceridad.

Por la ventura eterna de los ya felices esposos, que han visto coronados sus dulces sueños “d’amour”.

Y un pronto regreso a nuestra “ville”, donde se verán de nuevo agasajados por los numerosos miembros de su “entourage”.

Como decía Montesquieu.


Ayer recibió las regeneradoras aguas del Jordán, el robusto e inteligente niño Jamelgo Peplo —como quedó consagrado— décimo cuarto “enfant” del infatigable matrimonio formado por doña Insistencia de las Mercedes Rejo y don Resignado Peplo.

Con tan simpático motivo, se sirvió en casa de los esposos Peplo-Rejo un magnífico “buffet”, procedente del ya clásico restaurant-cafetería La Mesa.

¡Felicidades, “petit ami”!


Nota de duelo.

Ha dejado de existir, confortado por los auxilios de la Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana y después de recibir la bendición papal, el correcto, honorable y generoso “gentleman” don Aparicio Pasonte, Marqués del Cheque, qué de tanta simpatía gozó siempre en nuestra mejor “societé”.

Según es sabido, don Apa, como afectuosamente llamábamos al marqués sus amigos, sufrió un agudo ataque de traidora enfermedad, que le afectó el cerebro con motivo de las últimas distribuciones terráqueas y en lo tocante a los tradicionales y siempre bien recibidos préstamos con interés.

Que en él era bajo, como es de todos conocido.

Esto le captó numerosas simpatías entre los funcionarios de distintos ministerios, donde también ha sido lamentadíaima su temprana desaparición.

Mañana a las 9 a.m. tendrá efecto el acto de su sepelio, de su eterno descanso, correrán a cargo de la acreditada funeraria La Preferida.

Hasta la inconsolable viuda de don Aparicio y todos los familiares del extinto, especialmente su hijo Aparicito, dueño de la magnífica farmacia La Aspirina, hacemos llegar nuestro más sentido pésame.

Descanse en paz, como decía Walter Johnson.


Y aquí terminan las notas, querido lector. Sí se ha quedado usted con el gusto de ellas y quiere ver otras parecidas, te aconsejamos que busque cualquier periódico local Con excepción del nuestro, desde luego.

Au revoir!

Un banquete en La Habana 
Tomada de oldskull.net

Publicado en el periódico Hoy, 31 de mayo de 1959; tomado de Cronista en tres épocas. La Habana, Editora Política, 1984, pp.49-51.

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