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Carta a Fidel Castro (7 de noviembre de 1959)

Carta a Fidel Castro (7 de noviembre de 1959)

Sierra Maestra 7 de noviembre de 1959

Dr. Fidel Castro Ruz.
Primer Ministro del Gobierno Revolucionario.
Presidente del I.N.R.A.
Presidente de la Comisión Nacional de Fomento del Turismo.
Comandante Jefe de las Fuerzas Armadas.
Comandante:

No sé si después de escribir estas líneas pueda seguir viviendo, o no sé si seguiré viviendo con el adjetivo denigrante traidor delante de mi nombre.

De lo que sí estoy seguro, es de que a mi conciencia le llegó el momento de negarse a trabajar por una causa que no es la misma que llevó a los cubanos al clandestinaje, al exilio, a la guerra y a la muerte.

Por eso no me importa que Ud. el día de mañana quiera desintegrar mi prestigio y mi honra (yo sé que lo va a hacer) ante un pueblo que aún tiene fe en Ud. porque no ha vivido en el seno del Ejército Rebelde y del Instituto Nacional de Reforma Agraria como he vivido yo.

No sé de qué me acusará ante el pueblo, si de inepto, de borracho, de ladrón, de batistiano, de marihuanero, de pepillo o alguna otra cosa que se suele endilgar a los que no quieren engañar al pueblo y se niegan a seguir en la comparsa roja.

Sólo sé que después de haber oído de sus labios el asunto de la carta de Trujillo en que se alababa a Hubert Matos (sic), creo que Ud. es capaz de falsificar una carta con mi firma, confesando que he asaltado el Banco Nacional.

Pero prefiero ser escueto, Comandante; después de la última reunión del I.N.R.A., en la cual oí de sus labios el plan completo para comunizar a Cuba, muy poca fe me quedó en Ud.

Pero tratando mi cerebro de aferrarse a una última tabla, traté de disculparlo y me dije: Esto lo hace para tratar de tranquilizar al ala roja, como antes pensaba: De ésto (sic) Fidel no sabe nada.

Pero ahora, después de la canallada que se le ha hecho a quien nunca estuvo conjurado con nadie, a quien siempre le planteó verticalmente y de frente el problema comunista, a quien ud. mismo estimuló numerosas veces a mantenerse firme en su postura, a quien fue el héroe del cerco de acero a Santiago de Cuba, a quien se lanzó el mismo 10 de marzo a las calles de Manzanillo para condenar el cuartelazo vil, a quien con riesgo de su vida trajo las armas que hicieron fracasar la cobarde ofensiva Batistiana, a quien le sobra dignidad y hombría como para dotar a todos sus Comandantes incondicionales, a quien es un Patriota, a Hubert Matos Benítez (sic); después de ésto (sic), yo creo, Comandante Fidel, que el problema en Cuba no es plantearse hasta qué punto hay infiltración comunista en este Gobierno Verde Olivo; sino hasta qué punto hay infiltración Verde Olivo en este Régimen Comunista.

Y ahí está Hubert Matos, el héroe que cometió el delito de ser sincero, en una carta particular a Ud., ahí está desnudo en una celda, cuidado por cancerberos fieles al glorioso Piñeiro, al valiente Barba Roja; ahí está impotente ante la calumnia que pesa sobre él.

No, Comandante, los traidores a la Revolución no son los Hubert Matos (sic), los traidores a la Revolución son los que la han prostituido volviéndola roja.

Por eso yo renuncio a mi puesto en este Ejército Rojo y a mi cargo como 2do. Jefe de la Zona 0-22 Ciro Redondo de Desarrollo Agrario del I.N.R.A.

El 26 de julio de 1959 convocó a la Plaza Cívica, posteriormente conocida como Plaza de la Revolución, a campesinos beneficiados con la Ley de Reforma Agraria.
Revista Bohemia

Por eso, y por los puntos que le paso a exponer:

1- Porque no quiero engañar al guajiro diciéndole que va a haber reparto de tierras (como Ud. prometió en la Sierra Maestra y sigue prometiendo todavía), cuando sé, porque Ud. mismo lo dijo en la última reunión del I.N.R.A., que no se iba a dar tierra a nadie,s, (sic) que sólo crearíamos cooperativas en tierras que serían del Estado pero que el campesino no debía saberlo. ¿Por qué Ud. no es sincero con ese campesino que dio su vida por hacer libre a Cuba y que espera justicia?

2- Porque me niego a engañar al guajiro diciéndole que el día de mañana ellos serán los dueños y administradores de las Cooperativas, sabiendo que Ud. personalmente nos ha dicho que el administrador ha de ser siempre el Estado y observando en la práctica como no hay la más leve intención de formar al guajiro para que ocupe el día de mañana esa administración.

Sea sincero con ese campesino. Comandante, dígale la verdad, dígale que va a seguir siendo jornalero ahora del Estado, y que no será propietario.

Dígale, además, que las ganancias de esas Cooperativas van a ser limitadas

3- Porque no quiero engañar al pueblo que cree que la Reforma Agraria está haciendo pequeños (al parecer la palabra luego fue tachada) propietarios y que está estructurando Cooperativas.

Dígale la verdad, dígale que lo que Ud. ha hecho es volver jornalero del Estado al jornalero del terrateniente.

Y ponga su nombre a esas Cooperativas falsas que Ud. hace, llámelas Haciendas Comuneras. Y dígale sinceramente al pueblo, no tema, cómo se llama el Régimen que hace ese tipo de haciendas comuneras: Régimen Comunista.

Se lo está diciendo, Comandante, quien ha hecho 34 de esas haciendas comuneras, creyendo que de verdad iban a ser verdaderas Cooperativas en que el campesino iba a ser dueño de la tierra y recibiría cursos de capacitación para administrar las Cooperativas.

¿No se acuerda la cantidad de veces que Ud. dijo que nuestra zona era la primera de Cuba? ¿Y cuando la felicitó por Televisión?

4- Porque no quiero engañar a los comerciantes y bodegueros y decirles que las Tiendas del Pueblo sólo se harán en el campo y sólo cobrarán un 10 por ciento de ganancias, y que ésto (sic) se hace para obligar a los demás comercios del campo a no cobrar un precio abusivo al infeliz campesino; cuando Ud. mismo ha dicho por sus propios labios en la última reunión del I.N.R.A., que con las tiendas del pueblo haríamos cono en la guerra: empezaríamos en el campo, y cuando el campo fuera nuestro, tomaríamos las ciudades.

¿No se acuerda?

¿Tampoco se acuerda que nos dijo que cuando una bodega ofreciera resistencia poniendo los precios más bajos que nuestras Tiendas, pusiéramos los precios por debajo del precio de costo aunque perdiéramos?

¿No se acuerda que nos entregaron un folleto sobre tiendas del pueblo y que el antiguo bolchevique universitario, hoy Capitán Núñez Jiménez, aclaró que el folleto era confidencial, pues si se daba a la publicidad ocasionaría una batalla contra todos los comerciantes y bodegueros?

Sea sincero con su pueblo, Comandante Castro, diga a todos los comercios y bodegas, que pasarán a manos del Estado o sucumbirán por la competencia del Estado, y dígales cómo se llama el Régimen en que todos los negocios están en manos del Estado: Régimen Comunista.

5- Porque me niego a engañar a los Industriales y a los que sueñan en invertir en Industrias nuevas, diciéndoles que el Gobierno estimulará la iniciativa industrial privada, habiendo oído de labios suyos el plan para fomentar industrias estatales de todos los tipos, que producirán a más bajo costo que las privadas y obligarán a éstas a cerrar o a vender al Estado. Después de haber oído al Ché (sic) Guevara decir que estuviéramos atentos a cualquier tipo de Industria nueva que se quisiera poner, para comunicárselo inmediatamente al I.N.R.A., pues no quería que cualquier particulares le adelantara al Estado. Después de oírle sugerir que el control del permiso para Industrias nuevas debía pasar de Agricultura al I.Ñ.R.A., para vigilar ésto (sic) de más cerca.

Sea sincero con los industriales, Comandante Castro, dígales que más tarde o más temprano, sus Industrias serán del Estado. Y dígale al pueblo, Comandante Castro, como se llama el Régimen donde las Industrias son manejadas por el Estado: Régimen Comunista.

Primera plana del periódico Hoy que circuló el día de la firma en La Plata de la Ley de Reforma Agraria.

6- Porque me niego a presenciar el hambre que vendrá sobre Cuba por querer implantar esa Comunización violenta, con hombres ineptos, aún para hacer ésto.

Claro que comprendo que éste es el momento que Ud. espera para, con la justificación económica del caos, intervenir estatalmente toda la economía del país y cerrar con justificación y con broche de oro, este ciclo de conversión comunista de la isla de Cuba.

7- Porque he sido engañado, vilmente engañado, por los que me estimularon a luchar contra el comunismo en el seno de las Asociaciones Campesinas, haciéndome creer que tenía el respaldo oficial si procedía con mano izquierda y con diplomacia.

Por creer eso, nos enfrentamos al conocido y mediocre líder comunista Contramaestre y Maff (sic), Rodrigo Rivas, que fue enviado por el Capitán Antonio Pérez (Jefe del Buró Agrario del Ejército, organización comunista aparentemente disuelta) a trabajar a Manzanillo entre los campesinos, porque en Manzanillo no lo conocían como comunista.

Por creer eso nos enfrentamos a esa otra organización comunista, que esconde sus bajas intenciones tras el nombre de uno de los mártires más puro de la Revolución: La Federación Provincial Campesina Frank País.

Y en respuesta a todos nuestros trabajos y sacrificios, y después de lo de Hubert Matos (sic), me entero que el camarada Rivas ha sido nombrado en el I.N.R.A., de Manzanillo, y se me ordena que disuelva los Comandos Rurales y se me aconseja que no ataque más al comunismo y que me haga el de la vista gorda.

Yo sé que quien me dijo esto, me lo dijo por mi bien, y sólo cumplía órdenes, pero yo sé retirarme a tiempo, y no tengo la nobleza de Hubert (sic) de esperar sentado a que me desprestigien, para ser conducido después a una prisión donde no podría ya ser útil a mi Patria.

8- Porque me niego a seguir escuchando esas marchas de las Milicias juveniles donde se inculca al niño un caudillismo estúpido y absurdo, esas marchas que oía por las noches en las calles de Manzanillo; uno-dos-tres- cuatro, viva-Fidel-Castro-Ruz.

9- Porque me niego a seguir tolerando que se inculque un adoctrinamiento marxista al Movimiento Revolucionario y a los nuevos maestros que suben a la Sierra.

10- Porque me niego a seguir pasando la vergüenza de que se escoja, en el mismo pueblo donde yo repetía que este Gobierno no era Comunista, a una mujer comunista que no hizo Revolución, para asistir con Vilma Espín al Congreso Latinoamericano de Mujeres, y que se desprecie a tantas mujeres manzanilleras valiosas que arriesgaron su vida en pro de nuestra causa verde-olivo.

Por eso, Comandante, por eso y algo más que en su momento diré, presento mi RENUNCIA.

Pero no sólo mi renuncia.

Creo que ha llegado la hora de citar al honor y al decoro de todas las fuerzas sanas y revolucionarias del país, para ir sin vacilaciones y sin temores al rescate de nuestra Revolución, y de hacer ésto (sic), despreciando la ayuda y aún el contacto con los corrompidos del Régimen pasado y con los buitres de Ciudad Trujillo.

Esta ha de ser una tarea nuestra.

Una tarea del pueblo sano, de los campesinos, de los obreros, de los universitarios que tenemos el orgullo de un José Antonio Echevarría que siempre tuvo una postura vertical frente a los rojos, de los soldados rebeldes, del pueblo en general, de este pueblo heroico que ha sabido escribir con sangre los pedazos más bellos de la Historia de Cuba.

Creo que ha llegado el momento de hacer saltar de nuestra garganta ese grito bendito y heroico que hirió los aires de la Sierra Maestra para lanzar a Cuba una promesa de un futuro glorioso.

Ese grito que sale de una montaña trágica de muertos.

Ese grito que sale de los charcos de sangre derramados por una causa grande y cubana y distinta.

Ese grito que sale de lágrimas de viudas y de huérfanos.

Ese grito que sale de sepulcros aún tibios.

Ese grito que hará erguirse del suelo los cuerpos de los mártires, para clavar en los traidores rojos la mirada sin vida de sus cuencas vacías, y decirles: Revolución sí, pero comunismo no.

Ese grito patriótico y trágico de LIBERTAD... 0 MUERTE.

1er. Tte. Manuel F. Artime Buesa. me Buesa (sic)
2do. Jefe de la Zona 0-22 Ciro Redondo del I.N.R.A.

Manifestación de apoyo a la Reforma Agraria.


Tomada de https://www.miami.gov/files/assets/manuelartime/v/1/documents/carta-de-renuncia.pdf

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