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Carlos Manuel de Céspedes

historia
Carta a la señora Filomena Loynaz de Agramonte (pésame por la muerte de Ignacio Agramonte Loynaz)
Por Carlos Manuel de Céspedes  |  13 de marzo, 2024

Yo, señora, me uno a su justo dolor, como me uno al tributo de admiración que Cuba rinde a las hazañas de su heroico hijo...

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Carta a Ana de Quesada (2 de julio de 1873)
Por Carlos Manuel de Céspedes  |  11 de febrero, 2024

Días hace, querida Anita, que estoy muy triste y me atormenta esa terrible idea; pero no creas por eso que desmayo, ni me desaliento en mi empresa, que creo asegurada, sino que los disgustos son numerosos.

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Discurso en Guaimarillo (10 de octubre de 1869)
Por Carlos Manuel de Céspedes  |  11 de enero, 2022

Unión, constancia, confianza, y nuestros enemigos vencidos en el campo de la política, lo serán pronto en el campo de batalla.

Sobre el autor

Carlos Manuel de Céspedes (Bayamo 1816 – Sierra Maestra, 1874) es conocido en Cuba como el Padre de la Patria. Fue el iniciador de la Guerra de los Diez Años por la independencia y el primer presidente de la República de Cuba en Armas. En 1840 partió rumbo a España, donde obtuvo el título de abogado En 1843 participa en la insurrección del General Juan Prim, por lo que sale de allí como exiliado político rumbo a Francia. Recorrió varios países europeos antes de regresar a Cuba en 1844, por lo que dominaba y se expresaba correctamente en varios idiomas, como el inglés, francés y el italiano. Conocía y manejaba desde pequeño el latín y el griego. Fue un gran jugador de ajedrez, y tradujo del francés Las leyes del Juego de Ajedrez, libro del maestro Louis-Charles Mahé de La Bourdonnais y las publicó en el periódico El Redactor, de Santiago de Cuba, a partir del 4 de octubre de 1855. Representante a la Asamblea de Guáimaro por la antigua provincia de Oriente, defendió la necesidad de un gobierno dirigido por los militares sin el peso de civiles que impidieran el desarrollo rápido de acciones militares. En esa propia asamblea fue nombrado Presidente de la República en Armas; su mandato se extendió hasta el 27 de octubre de 1873, cuando fue destituido por la Cámara de Representantes. Durante meses vagó junto a la impedimenta, pues el Gobierno le negó la autorización para abandonar el séquito del gobierno y marchar al extranjero. Su objetivo: continuar ayudando a la revolución. Finalmente al permitirle abandonar la sede del gobierno, solo, privado de la escolta que por el alto cargo desempeñado le correspondía, se retiró a San Lorenzo, en la Sierra Maestra. El 27 de febrero de 1874 cayó combatiendo contra una tropa española. Sus restos se encuentran sepultados en el Cementerio de Santa Ifigenia de Santiago de Cuba.