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El Fígaro

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¿Qué estatua debe ser colocada en nuestro Parque Central? (Camagüeyanos responden la encuesta de El Fígaro en 1899)
Por El Fígaro  |  18 de agosto, 2022

Éxito brillante y acogida harto benévola ha obtenido nuestra proposición, como ha de observarse por las firmas ilustres que hacen de este número de El Fígaro un nuevo documento memorable, ya que en él se manifiestan las aspiraciones más respetables y...

Sobre el autor

El Fígaro fue una importante revista cubana fundada por Manuel Serafín Pichardo, Crescencio Sacerio, Rafael Bárzaga y Ramón A. Catalá en 1885 como “Semanario de sports y de literatura. Órgano del Base-Ball. Según se expresaba en el trabajo “A nuestros lectores”, su salida se debía a la necesidad de que existiese “un periódico consagrado a defender los intereses del sport en general y muy especialmente los del Base Ball”, de extraordinario auge en el país. A partir del 2 de septiembre de 1886 se amplía su formato y toma el subtítulo de “Periódico de literatura, artes y sports”, pues poco a poco la literatura fue ganando espacio. Se considera unos de los órganos difusores del modernismo hispanoamericano. En sus páginas publicaron Julián del Casal, Juana Borrero, Carlos Pío y Federico Uhrbach, y junto a ellos, Manuel Gutiérrez Nájera, Salvador Díaz Mirón, Francisco A. de Icaza, Luis G. Urbina, José Santos Chocano, Rufino Blanco Fombona, Amado Nervo... También se reconoce que el ensayo y la crítica ocuparon un espacio considerable, signados por las firmas más renombradas de la época. A partir del 25 de marzo de 1894 su subtítulo fue, indistintamente, en las contadas ocasiones en que el mismo aparecía, “Periódico literario y artístico” y “Periódico artístico y literario”. Desde el 21 de abril de 1895 se editó en imprenta propia. En ese año, y luego en 1899, al viajar Pichardo a Europa, ocupó interinamente la dirección Enrique José Varona. En la primera página del ejemplar del 8 de enero de 1899 continúa apareciendo el subtítulo “Periódico literario y artístico”, pero en el reverso de portada se lee “Revista universal ilustrada”. Este subtítulo quedará como definitivo a partir de 1901, en las ocasiones en que aparece. El 20 de junio de 1909, queda definitivamente la dirección en mano de Catalá, al ser nombrado Pichardo primer secretario de la Legación de Cuba en Madrid. Éste seguirá apareciendo como director literario en el machón durante varios años más. El 12 de julio de ese mismo año se menciona a Federico Uhrbach como jefe de redacción. Desde el 22 de diciembre de 1912 (y hasta el 8 de agosto de 1915) se leía, debajo del título, que era “órgano de la intelectualidad latino-americana”. El último ejemplar que se ha visto corresponde a octubre de 1929, aunque Raquel Catalá, hija de Ramón A. Catalá, ha explicado que la revista “comenzó a interrumpir su publicación regular desde 1929 y cesó definitivamente de publicarse en mayo de 1933”. No se han encontrado otras referencias al respecto. Otra revista con este título, considerada por sus editores continuadora de la anterior, comenzó a publicarse, según parece, en 1943.