Huid de contribuir, ni siquiera con vuestra presencia, a la realización de aquellos actos, más que políticos bochornosos e inn...
Legendaria ciudad noble y sencilla: / las gentes sanas, las costumbres viejas, / los patios flores, las ventanas rejas, / mezc...
Camagüey, se van tus rejas, / se van tus costumbres santas, / ya se fueron tus volantas, / Camagüey, ¡cómo te alejas!
No intento dar una respuesta exacta y absoluta sobre el tema. Dedicaré el trabajo a explicar la azarosa evolución arquitectóni...
Hospital de San Juan Dios, así se hacen las cosas: ¡haciéndolas!
Pocos autores han sido objeto de tan contradictorias apreciaciones como Gertrudis Gómez de Avellaneda. Elogios y vilipendios h...
Tendido el blanco pliego sobre el escritorio, la flexible pluma asida entre el pulgar y el índice de la derecha, la cerdosa pa...
El problema del vestido lo tengo resuelto ya: un modelito precioso: será de organza rosá con un escote muy bajo y con falda ac...
Nunca he olvidado el deleite con que escuchaba a Francisca, y cuando ahora, al cabo de tanto tiempo, se me pide que escriba un...
Último en el grupo de familia cuyos poemas reunió en una edición para venderla en provecho de la viuda y la huérfana de su her...
—¿Dónde vas con la frente siniestra, El labio mordido, jadeante el corcel? —A escupir a los pueblos abyectos Que besan sumi...
Voy atravesando valles, / voy parando en el batey, / voy fijando mil detalles, / voy camino a Camagüey.