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Plaza de las Mercedes

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Plaza de las Mercedes

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La Plaza de las Mercedes uno de los lugares más céntricos de la ciudad de Camagüey, ofrece algunas veces contrastes dignos de tener en cuenta: se trata de una plaza en la que se levantan los bustos del gran estadista norteamericano, Franklin D. Roosevelt y del gran educador cubano, José de la Luz y Caballero; en esa plaza se levanta majestuoso uno de los templos más admirados del Viejo Puerto Príncipe, la Iglesia de las Mercedes en la que se guarda el valioso Sepulcro que tanto admiran las personas que visitan ese templo.

Por esas razones esa plaza debe ser un ejemplo de limpieza, pero generalmente ocurre lo contrario: en el centro de la Plaza junto a un frondoso laurel, se amontonan grandes cantidades de basura que se recogen de vez en cuando, mientras ofrecen un espectáculo realmente desagradable...

Como si fuera poco el detalle de la acumulación de basuras en la Plaza de las Mercedes, esta mañana al no ver el busto de Roosevelt, la magnífica iniciativa de nuestro distinguido compañero el señor Juan B. Castrillón, nos dimos cuenta de que frente a ese busto que es honra y prestigio para Camagüey... se ha colocado un gran cartelón político, que materialmente deja invisible el busto del gran estadista norteamericano.

Esas cosas no deben pasar en una ciudad como Camagüey, cuna del más grande patriotismo y tierra de leyenda...Una plaza pública como la Plaza de las Mercedes, donde se levantan bustos de personalidades esclarecidas, debe estar siempre limpia, muy bien atendida, con bonitos jardines y una buena iluminación; las personas que visitan a Camagüey, que recorren la ciudad buscando algunas de sus bellezas y de todo aquello que pueda dar fe del prestigio de una comunidad, se asombrarán al ver esa plaza convertida en vertedero, más se han de asombrar al buscar el busto de Roosevelt y encontrar éste tapado materialmente por un cartel político; hay muchos lugares donde ese tipo de propaganda puede colocarse...

Que no se pueda decir que somos todavía una pobre aldea, es necesario hacer todo lo posible para que las personas que visitan a Camagüey se lleven una impresión agradable que los obligue a volver a esta tierra tan poco afortunada...

Y como punto final, lograr que se eviten esas cosas que esta mañana observamos al pasar por la Plaza de las Mercedes rumbo a la Redacción para entregar este trabajo.



Leído por María Antonia Borroto.

Publicado en el periódico El Camagüeyano, el 18 de enero de 1958. Tomado de Camagüey en la pluma de Luaces, de Reinier Sánchez Jacomino. (Trabajo de diplomado presentado en opción del título de Licenciado en Periodismo. Tutor: Eduardo Labrada. Universidad Central Martha Abreu de Las Villas, 2008)
Nota de El Camagüey: Se ha respetado la ortografía de la versión transcrita por Reinier Sánchez.

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