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A Mariano Brull

A Mariano Brull

     Mariano, así nació la poesía:
     humo de sangre que la vida exhala
     y luego se depura todavía
     y asume voz al remontar el ala.

     Sus raudos hijos la palabra cría:
     risas y llantos en el trino iguala:
     siendo victoria, vive de agonía,
     y se agota de austera siendo gala.

     Dureza blanda, eternidad ansiosa,
     tesoro esquivo pero nunca vano,
     fugitivo cristal, perenne rosa...

     Tú lo sabes de sobra; tú, Mariano,
     que sueles suspender la mariposa
     con el encantamiento de tu mano. 


       Tomado de Poéticous

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