Ni guías, ni delatores, ¡antes morir mil veces!
Seguramente busca en su memoria el nombre de esa viuda rebelde y altiva como si sangre de Historia le corriese en las venas; e...
Quienes mejor conocen la calle, más y mejor aman, también, sus propios hogares.
Llegó, así, el generoso escritor, a identificarse con la historia del soldado cubano, y sus tendencias literarias se impregnar...
Camagüey tiene también un alma fragante y vivaz, oculta en el regazo de sus piedras y sus cielos, que se reclinan con cierto r...
En los álbumes de las muchas casas de su amistad era su ofrenda la más fina y florida, y de su Camagüey, de señorío trabajador...
No todos saben, y es preciso que lo sepan, que en nuestro Camagüey es la lengua la parte del cuerpo que más se ejercita.
Hospital de San Juan Dios, así se hacen las cosas: ¡haciéndolas!
Tendido el blanco pliego sobre el escritorio, la flexible pluma asida entre el pulgar y el índice de la derecha, la cerdosa pa...
La ventanilla alzada se va deslizando subrepticiamente, gravemente —por efecto de la gravedad— con el sacudir del tren. He cal...
Y perdido en la noche, arriba un abismo y abajo otro, el Hombre mira una esfera, y observa el movimiento de una aguja, y suma...
Como el conocido señor Jourdain, que a los cuarenta años aprende de su profesor de filosofía que ha estado hablando en prosa s...