La guerra y su impacto en la ciudad.
No dudes jamás, ángel adorado, de que tu amor es la dicha de esta alma enamorada,
Ni guías, ni delatores, ¡antes morir mil veces!
Y su memoria, señora, será honrada, que no en vano se consagran a la patria años, de afanes mil y de fatigas coronadas por glo...
Y tú, adorada mía, no dudes jamás que vivo pensando en ti, que mi más ardiente deseo se cifra en que volvamos a reunirnos para...
Cada mes nos enviaban desde Puerto Príncipe las raciones necesarias para el hospital y guarnición, aprovechando al efecto el t...
Y en la tierra escondió una mano buena el acta de la Constitución ¡Es necesario ir a buscarla!
¿Cómo puedes creer que yo pudiera incomodarme contigo y regañarte porque me des tus consejos? Al contrario, vida mía, yo tengo...
Sólo te pido —alma de mi alma— que cuando emprendas una obra mires el retrato que te puse al cuello y me des un beso tan puro...
...y tú, mi bien, mi amor, mi felicidad, mi gloria, mi consuelo, mi esperanza, mi ídolo, mi todo, recibe el amor y el corazón...
El lobo es lobo aunque le saquen los dientes. Dios quiera que yo me equivoque y que esas libertades vengan reconocidas y bien...
Yo te ruego, Ignacio idolatrado, por ellos, por tu madre y también por tu angustiada Amalia, que no te batas con esa desespera...